Reflexión:
El que no arriesga no gana ni pierde.
Arriesgarse te lleva a sentir miedo, el problema es cuando ese miedo ocupa tanto que no te deja espacio para los sueños o te paraliza.
Toma riesgos para alcanzar tus sueños, porque si los logras te sentirás satisfecho y serás feliz, y si no los logras habrás tenido tu mejor lección.