Por Arq. Ricardo Rodríguez Boades
Recordamos lo alegre y bullanguero del carnaval de los años 50 y 60, cuando desde las primeras horas del amanecer los niños ponían las notas de alegría, no solo en sus casas, sino también en los populares templetes, con el colorido de los disfraces infantiles, muchos de los cuales resultaron premiados en los concursos organizados a tal efecto.
En las zonas populosas de la capital venezolana el entusiasmo era también grande, premios, piñatas y bailes populares que eran programados por las juntas de carnaval de cada barrio, los templetes y los adornos en honor a la fiesta del Rey Momo, se iban posesionando de cada calle, creando un espectáculo maravilloso y alegre pro toda la ciudad.
En otros lugares se adelantaban la construcción de las carrozas, que debían participar en los numerosos desfiles organizados.
Dichas carrozas eran representativas de algo importante que se había construido, como lo fue la alusiva al hotel Humboldt, edificado a 4 mil metros de altura del valle de Caracas, o la que representaba a las torres del Centro Simón Bolívar (CSB) que era monumental.
Destacó también una muy especial: la carroza del Cuatricentenario de Caracas que era representativa de su fundación y tenía al legendario Cacique Guaicaipuro personificado por un hombre alto y musculoso, con su laza y hacha en mano, y así, las carrozas desfilaban por las calles y a su paso se escuchaba el consabido, “Aquí es!!! Aquí es!!!”, grito al que se contestaba con unas lluvias de caramelos de diferentes sabores que eran las delicias de los niños.
Los bailes eran fundamentales, estos se presentaban en los templetes, donde se bailaban al son de la música de conjuntos musicales del barrio o de grandes orquestas, además del desfile de una gran cantidad de comparsas y conjuntos regionales que amenizaban una Caracas, que todavía se podía permitir el lujo de disfrutar sus calles hasta altas horas de la madrugada.
La elección de las reinas, era algo importante, la escogencia de la muchacha más bella del lugar, es algo aún hoy arraigado en nuestros corazones.
Sus reinas eran coronadas con actos protocolares y se paseaban por las calles, un ejemplo fue la del carnaval del 1960, que estuvo escoltada por 100 cadetes que hacían de guardia de honor, algo espectacular… o lo ocurrido en la Parroquia el Valle en 1952, donde su reina fue escogida por 10 mil personas asistentes, que a golpe de un grito general decían “Yolanda!!! Yolanda!!!” ¿será de allí de donde Billo Frometa, fundador de la Orquesta La Billo’s saco su famosa canción?
El carnaval en esos años era una fiesta popular disfrutada por todos, pero como reza el refrán “todo tiempo pasado fue mejor” eso no lo sabremos, la historia lo dirá…