Caracas fue durante casi 3 siglos, en materia de construcción arquitectónica una ciudad sencilla y campestre con la típica casa de patio interior y corredores.
A la muerte del Juan Vicente Gómez, presidente de Venezuela por más de 30 años, esa Caracas cambió y las nuevas tendencias modernas en el mundo comenzaron a llegar.
Arquitectos venezolanos como Carlos Raúl Villanueva y algunos otros europeos como el Arq. Manuel Mujica, implementaron concepciones nuevas en la arquitectura de la ciudad, como el concepto de quinta y el estilo internacional, los cuales fueron poco a poco invadiendo terrenos que, hasta ese momento, eran haciendas cafetaleras. Así fue cambiando el rostro campechano de nuestra ciudad.
Hablar de arquitectura en Caracas es hoy día un tema controversial, ya que es una ciudad de grandes contrastes; existen edificaciones modernas y en contraposición edificaciones de bajos recursos que no llenan los conceptos estándares de arquitectura.
Esto es inevitable en cualquier ciudad, pero en los años 40 y 50 la arquitectura prometía grandes obras se estaban planteando y para eso arquitectos de renombre mundial, visitaban o participaban en proyectos de numerosas obras arquitectónicas, pues existía un interés por un país pujante y con un futuro promisor gracias a los ingresos petroleros.
De esos arquitectos que visitaban Venezuela y que ya tenían un gran recorrido en la profesión, muchos eran de origen italiano, arquitectos que modelaron el perfil y el carácter de la modernidad caraqueña, como lo Gio Ponti, Doménico Filippone, Nigra Montini, Graziano Gasparini, Antonio Lombardini, Ángelo Di Sapio, y muchos más que se me escapan de la memoria, todos ellos tal vez animados por la gran cantidad de inmigrantes italianos que ya vivían en nuestro país y que contaban a sus familias acerca de lo maravilloso de nuestra tierra, con las historias inéditas, tanto era así que se llegó a afirmar que “Caracas podía convertirse en la ciudad más bella del mundo”.
En esos años la influencia de los arquitectos italianos quedaba plasmada con obras como, “Villa Planchard” o como la conocen “el cerrito”, del reconocido arquitecto Gio Ponti, para el señor Armando Planchar, casa que se construyó sobre una colina que divisaba toda Caracas.
Una casa de ensueño y totalmente construida con materiales traídos de Italia, a la que el propio Gio Ponti, le dedicó gran cantidad de tiempo, visitas y comentarios como el que le escribió a su propietario, “La vostra casa sará leggiadra come una grande farfalla in cima alla collina”
Así mismo otros arquitectos italianos participaban de gran cantidad de proyectos, caso particular el arquitecto Doménico Filippone, quien diseño en 1955 la “Casa Italia”, magnífico edificio que aun hoy día conserva sus espacios interiores y su mobiliario original, así como La Iglesia Nuestra Señora de Pompei que fue construida entre 1967 y 1969 y donde muchos amigos estudiaron.
Ángelo di Sapio esotro de los arquitectos italianos que participó en el desarrollo de la Caracas moderna, siendo partícipe en el diseño del edificio Atlantic, complejo que quedó sin terminar, diseñado para el funcionamiento de las oficinas de varias empresas petroleras.
Nigra Montini fue quien diseñó la Villa Monzeglio en 1953, más conocida con el nombre de Quinta Olary. Es una casa que fue encargada por el señor Orestes Monzeglio y se encuentra en Colinas de Bello Monte, la cual siempre llamó la atención por su diseño moderno y audaz que fue implantada en una pendiente sostenida con una estructura volada, tristemente dañada con remodelaciones sin sentido.
Marco Redini el arquitecto quien de alguna manera trajo un pedazo del Vaticano a Caracas, con su proyecto de la iglesia de San Pedro en Los Chaguaramos, la cual fue inaugurada en 1959, es una copia en pequeñas dimensiones de la original que se erige en la Santa Sede.
Antonio Pinzani arquitecto que se destacó en el diseño de obras para comercios como lo son el Centro Comercial Chacaíto y el Centro Comercial el Marques, fue construido entre los años de 1965 y 1968 y ganó el Premio Municipal de Arquitectura del Distrito Sucre en 1970.
Su proyecto más importante es el Centro Ítalo Venezolano, que es la edificación más grande y representativa de la colectividad ítalo-venezolana en el país. Donde destaca el edificio sede construido en concreto y de carácter brutalista.
El Arq Graciano Gasparini profesor dedicado a la historia de la arquitectura, con quien tuve el honor de compartir y asistir a sus clases magistrales, y quien ha hecho un recorrido histórico por la arquitectura colonial y religiosa de nuestro país, ha escrito numeroso libros sobre la arquitectura de nuestra bella tierra y dejado un legado difícil de igualar.
Si tratamos de hacer un recuento del aporte de todos los italianos que han diseñado arquitectura en nuestro país, tendríamos que escribir muchas líneas, y si pensamos cuántos más de esta nueva generación, hijos y nietos de italianos siguen aportando un gran trabajo en nuestra arquitectura, descubríamos donde se funden sus raíces con las de esta tierra que acogió hace muchos años a sus abuelos y padres.
Arquitecto Ricardo Rodríguez Boades
