CARACAS – La Conferencia Episcopal Venezolana advirtió que es necesario para la paz ciudadana, que paren las persecuciones y hostigamiento a quienes contribuyen con la realización de las concentraciones de la oposición, y se garantice la libertad de movimiento para los candidatos de la oposición que están en campaña electoral.
La iglesia alerta que el proceso hacia los comicios presidenciales está trascurriendo con desigualdad de condiciones, y llamó a la gente a participar masivamente porque es la manera de superar las sombras y el desaliento.
El pronunciamiento de la CEV se dio en el marco de la presentación de la Exhortación Pastoral de la CXXII Asamblea Plenaria Ordinaria, donde participaron los obispos de Maracaibo (Zulia) y Coro (Falcón). Denunciaron que es falta de toda ética política el cierre de negocios y del acoso a quienes han ayudado en la organización de los eventos de la oposición.
Asimismo, manifestó que el CNE es garante de un proceso justo, en el que se respete la ley en relación con los testigos de mesas, tarjetas electorales y ubicación de los centros establecidos, y se garantice la transparencia y la confiabilidad de los resultados electorales, de allí el llamado a que el CNE ejerza su autonomía e independencia.
La CEV agregó que el país ha experimentado un deterioro constante en los sistemas educativos, alimentarios, de salud, servicios públicos, participación ciudadana, justicia y libertades fundamentales, al tiempo que reiteró la preocupación por el debilitamiento de la participación ciudadana. Recordó “que todos estamos llamados a reconstruir”. Por ello, todos los venezolanos tienen la oportunidad de decidir a través del voto libre, que se produzca un cambio en la democracia, la sociedad civil y en la calidad de vida.
“Solo venciendo la apatía podremos avanzar en la reconstrucción del país. La democracia además de ser un sistema político es una forma de vida (…) urge trabajar para recuperar la vocación ciudadana”.
Finalmente, la iglesia reiteró que es el momento es convertir la política en una convivencia solidaria. ”El 28 de julio debe ser de júbilo democrático, no solo en el territorio sino donde se encuentren nuestros hermanos migrantes con la esperanza de reunirse con sus seres queridos, en una patria que les abra las puertas al desarrollo”.
Redacción Caracas