MADRID – Siete candidatos, pero solo dos con oportunidades reales de triunfo. Arrancó la campaña electoral en el País Vasco. Es la primera de las tres citas con las urnas que caracterizará los próximos meses. Y es también la más igualada. La mayoría de las encuestas dan un empate entre Pnv, que sufre por el desgaste natural de años al frente del gobierno regional, y Eh Bildu, que se hace fuerte del voto joven. Imanol Pradales, del Partido Nacionalista Vasco; y Pello Otxandiano, de Eh Bildu, son los candidatos a Lehendakari llamados a ser protagonistas en esta contienda regional. Eneko Andueza, del Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra; Javier de Andrés, del Partido Popular; Miren Gorrotxategi, de Podemos; Alba García, de Sumar; y Amaia Martínez, de Vox, son los demás candidatos condenados por las circunstancias a roles secundarios.
Por primera vez en años, estarán fuera de escena Iñigo Urkullu, 62 años y tres períodos consecutivos al mando del gobierno regional, y Arnaldo Otegi, quien ha decidido dar un paso a lado y dejar espacio a un joven sin ataduras con un pasado cuyas reminiscencias evocan a Eta.
En la política del País Vasco se está produciendo un cambio generacional importante. Es la ruptura consciente con el pasado y el comienzo de una nueva etapa. Se dejan atrás los “años de plomo”, el fantasma de Eta y el recuerdo de una etapa violenta en la política española.
Sin una mayoría absoluta, será probablemente el PSE-EE quien determinará el color del próximo gobierno vasco, más allá de los resultados en las urnas. De hecho, Andueza ya ha desechado cualquier alianza con Eh Bildu.
“Es el mismo lobo – ha sido su comentario – con piel de cordero”.
En Cataluña la campaña electoral todavía no ha comenzado. Sin embargo, los partidos políticos, en especial los independentistas, han comenzado a calentar los motores desde hace semanas.
Carles Puigdemont, Salvador Illa y Pere Aragonés. Un debate a tres. Ellos y nadie más. Esta ha sido la propuesta del aún presidente de la Generalitat. Y, no pudiendo el líder de Junts pisar territorio español, ha sugerido realizarlo en el exterior.
“Si Carles Puigdemont – dijo Aragonés en el curso de una entrevista en RCL – quiere este debate en Perpignan, en Waterloo o dónde sea, pues lo haremos”.
Los socialistas no están de acuerdo. Y lo han manifestado a través de un comunicado. La respuesta a la propuesta de Aragonés ha sido casi inmediata. Lluïsa Moret, viceprimera secretaria del Psc ha sido clara y tajante. El candidato Illa participará solamente a debates que cumplan con tres condiciones: que tengan difusión por canales televisivos, radiofónicos o digitales, que participen todos los candidatos a la justa electoral y que se celebren en territorio español.
Carles Puigdemont, mientras tanto, ha decidido dejar Bélgica, que ha sido su refugio desde que huyó de España. Se ha trasladado a la región de Vallespir, a tan sólo 30 quilómetros de la frontera española. Desde el sur de Francia, confía poder preparar su regreso a Cataluña. Si podrá hacerlo como presidente de la Generalitat, mucho mejor.
A.T/Redacción Madrid
