Industria textil venezolana se contrajo 90%

CARACAS – La Asociación Textil Venezolana (ATV) asegura que está en capacidad de atender las necesidades de producción en sus distintas áreas: agrícola con el algodón; textil para la tela de algodón y sus mezclas, telas planas y de punto, así como la confección de prendas de vestir.

Marco Zarikian y Alejandro Chiavaroli, presidente y vicepresidente de la ATV, informaron sobre las nuevas medidas arancelarias implementadas que se aplicarán a las importaciones provenientes de India y China.

Este es el primer paso para relanzar la cadena textil venezolana y recuperar la industria que en un pasado llegó a generar más de 230 mil empleos y alcanzó exportaciones por 90 millones de dólares.

Entres las medidas para iniciar además del pago de aranceles a productos importados que compitan con los hechos en el país, proponen que el Estado haga las compras nacionales para abastecer sus programas de uniformes escolares y militares.

Alejandro Chiavaroli, vicepresidente de la ATV alega que cerca de 300 empresas de la confección han mermado su capacidad operativa debido a las sanciones, y por ello el objetivo es reconstruir la cadena para diversificar la economía y recuperar la industria.

Indicó que la agricultura del sector está trabajando a 20%, la producción de telas en general entre 30% y 35% y la confección trabaja al 25% de su capacidad, si se equipara con el 2022, por ello aseguran que puede elevarse la capacidad productiva hasta el 50% o 75%, al tiempo que se recordó que la industria textil en 1977 aportaba el 13.77% al PIB.

Chiavaroli destacó que entre los retos está invertir en el recurso humano para poder aumentar las capacidades instaladas y además certificar los procesos productivos para poder acceder a los mercados internacionales, además de cubrir la demanda nacional.

Importaciones por $1.500 millones

Entre la propuesta de tasas arancelarias para las importaciones, Zarikian estima 26% para las telas que se producen en el país y cero para las que no se producen y 40% para la confección, como aplican Colombia y Ecuador.

Finalmente reveló que la situación del sector es precaria y 23 empresas grandes de textiles se fueron del país, quedando tan solo dos que trabajan a 30% y 65% de sus capacidades instaladas, al tiempo que se han perdió empleos pasando de 250.000 que habían en 1988 a tan sólo 25.000 empleos actualmente, es decir hubo una contracción de 90%.

La industria textil nacional tiene una capacidad instalada para fabricar 2 millones de metros de tela mensuales, pero su producción ha disminuido y el ingreso de telas extranjeras no permite competir en igualdad de condiciones, dado que se importa alrededor de 1.200 o 1.500 millones de dólares al año.

Redacción Caracas

 

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