Se consume el cisma: Podemos deja Sumar y “emigra” al grupo mixto

MADRID – “Los diputados y las diputadas de Podemos no podemos hacer políticas en el grupo parlamentario de Sumar.  Las reglas no son las mismas para todos los miembros de la coalición”. Lo ha lamentado Javier Sánchez Serna, diputado de la tolda morada, para luego anunciar la decisión tomada por los cinco diputados de la formación a la izquierda del Psoe: pasar al grupo mixto.

Sánchez Serna ha precisado que él y sus colegas del partido no están “en la política para asegurar unos escaños”. Tampoco para “estar en el gobierno” y mucho menos “para calentar el sillón”.

– Estamos aquí, en el Congreso – ha asegurado -, para impulsar cambios valientes, para hacer posible los que nos dicen es imposible.

Se ha consumado el cisma. Podemos ha oficializado lo que era un secreto a voces: el fin de una relación imposible. De hecho, luego de haber alcanzado un pacto complejo y traumático en el último minuto, las desavenencias con Sumar y Yolanda Díaz siguieron. Muchas públicas, tantas otras privadas.

Podemos, cuyos diputados han “emigrado” al grupo mixto, ya ha avisado  que negociará los próximos Presupuestos Generales del Estado. Mientras el ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, asistía al primer pleno de esta legislatura e informaba sobre el conflicto en oriente próximo y la crisis diplomática con Israel, Sánchez Serna aseguraba que, desde ahora, Podemos actuaría en total autonomía.

Se rompe un matrimonio por conveniencia y termina una historia de discrepancias, reproches y críticas agrias. Como se recordará, después de haber alcanzado un acuerdo por puros cálculos electorales y luego de conocerse los resultados de las generales del 23-J, Ione Belarra, secretaria general de Podemos, denunciaba la estrategia de Sumar y Psoe orientada a silenciar a su partido. Los contrastes alcanzaron su nivel más altos cuando Belarra y la ex ministra de la Igualdad, Irene Montero, acusaron al presidente Sánchez y a la vicepresidente Díaz de haberlas echado del gobierno.

La tolda morada, ahora, busca reorganizarse en vista de las próximas elecciones autonómicas y de las venideras elecciones europeas. Podemos aspira obtener unos resultados satisfactorios en las elecciones autonómicas de Galicia y Euskadi. Y, de nuevo con perfil proprio, volver a subir la cuesta en la cita electoral europea. Esta podría resultar determinante para Podemos. Así como en 2014, las elecciones europeas fueron el trampolín para su despegue político; las próximas, en 2024, podrían ser el comienzo del fin.

Redacción Madrid

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