La Jornada Política – Pedro Sánchez por tercera vez

(Foto cortesía: Casa Real)

MADRID – Lo ha hecho por tercera vez. Y, por tercera vez, ha elegido la misma fórmula. Pedro Sánchez ha prometido su cargo como presidente del Gobierno ante el rey Felipe VI. Ha sido una ceremonia simple, laica. Decimos, sin símbolos religiosos. Presentes, la presidenta del Congreso, Francina Armengol; el del Senado, Pedro Rollán; el del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, y el del Consejo General del Poder Judicial por suplencia, Vicente Guilarte. También estuvo presente la ministra de Justicia en funciones, Pilar Llop.

El secretario general del Psoe pareciera ser el hombre de los hitos imposibles. En 2018, ha liderado la única moción de censura exitosa de la democracia. Ha sido el primer presidente de un gobierno de coalición. Y, ahora, es el primer líder político en lograr la investidura, sin haber sido su partido el más votado.

Con el acto protocolar en la Zarzuela, ante un rey con semblante serio, se abre el tiempo de la “quiniela de los ministros”. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, su socia de coalición, tendrán que construir un nuevo Ejecutivo. Se especula que lo harán buscando darle un perfil más político y menos técnico.

Desde que Yolanda Díaz asomó la idea de un “contenedor” en el que tuvieran cabida todos los partidos del archipiélago a la izquierda del Psoe, Podemos ha sido una piedra en el zapato. Las ministras Irene Montero e Ione Belarra no desaprovechan ocasión para marcar distancias, criticar posturas e ir por libre.

Podemos es una bala perdida; una bomba de relojería que podría hacer estallar por los aires Sumar, cuya unidad y equilibrio interno recién comienzan a cementarse. Sumar para alejar el peligro de una crisis, ha ofrecido a Podemos un ministerio en el próximo gobierno a cambio de cesar los ataques a la plataforma. E hizo el nombre de Nacho Álvarez, quien hasta hoy se desempeñaba como secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable económico de la tolda morada. Ione Belarra ha respondido que será Podemos el encargado de decidir quién será ministro. La respuesta de Belarra a Sumar ha provocado la renuncia de Álvarez de todos los cargos que desempeñaba en el partido, al entender que ya no goza de su confianza.

Mientras crece la distancia entre Yolanda Díaz y las dirigentes moradas, Belarra y Montero, la “Asociación de Militares Españoles” vuelve a asomar la cabeza. Su llamado a la insurrección preocupa al mundo político democrático. Medio centenar de ex altos cargos del estamento militar ha pedido a sus compañeros de arma en activos de “levantarse” contra el recién investido jefe de gobierno. La “Asociación de Militares Españoles” es la misma que en 2018 promovió un manifiesto en el cual hacía apología de Franco, amén de justificar el alzamiento militar de 1936.

Íñigo Errejón pidió que se tomaran “medidas contundentes y ejemplares” porque no se puede jugar al “golpe”. Por su parte, Enrique Santiago, portavoz parlamentario de Izquierda Unida, atribuyó la “responsabilidad de posibles pronunciamientos militares” a la derecha política. Es esta, dice, “quien construye el argumentario para estos aspirantes golpistas”.

Las protestas volvieron a adueñarse de las calles aledañas la sede del Psoe en Ferraz.  Es la decimoquinta concentración y se ha desarrolldo en un clima creciente de hostilidad hacia los periodistas. Las manifestaciones que han caracterizado las últimas dos semanas han sido promovidas por la extrema derecha.

A.T./Redacción Madrid

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