MADRID- Es sólo cuestión de días. Ya nadie lo duda. Una vez que el Psoe introduzca el proyecto de Ley de Amnistía en el Congreso para su discusión, Francine Armengol, presidenta de la Cámara baja, fijará la fecha del debate de investidura. El acuerdo con Junts, luego del encuentro de Santos Cerdán con Carles Puigdemont, se da por un hecho. Y, de acuerdo con una nota del Psoe y de Erc, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Pere Aragonés, han desbloqueado “los últimos detalles de la futura Ley de Amnistía”. En consecuencia, armado el rompecabeza, puesta cada pieza en un lugar, no habría razones para más demoras. El Gobierno de coalición, el que en Génova llaman “gobierno Frankenstein”, es una realidad. Y si, come se especula, se “amarraron” los presupuestos de los próximos dos años, el nuevo gobierno debería durar toda la legislatura.
La foto del secretario de organización del Psoe con el ex presidente de la Generalitat no ha incomodado a los socialistas tanto como la otra foto. Decimos, la que ocupaba la pared detrás de Carles Puigdemont y recordaba el referéndum del 1-0. Un gesto de mal gusto, dicen, tolerado de mala gana.
Quienes, en cambio, no han sido tolerantes, fueron los presidentes del Partido Popular y de Vox. Mientras Felix Bolaño, ministro de la Presidencia, declinaba hacer comentarios en la ceremonia en la que la heredera al trono juraría la Constitución porque, dijo, “es el día de la princesa Leonor”; Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal no escatimaron criticar al presidente del Gobierno en función, Pedro Sánchez.
Un gesto de “pleitesía”, una “humillación”. Para Núñez Feijóo, líder de los conservadores, “el partido socialista está coleccionando una serie de fotos que avergüenzan a la mayoría de los que han sido y son sus votantes”. Asegura que el encuentro entre Cerdán y Puigdemont “es la imagen de la humillación y de la rendición de quienes fueron a rendirle pleitesía a una persona con cuestiones pendientes en el Tribunal Supremo”.
Por su parte, Santiago Abascal, líder de la extrema derecha, acusa a los socialistas de negociar “con lo que no les pertenece, con la soberanía nacional, con la Constitución y con la igualdad de los españoles ante la Ley”.
A.T./Redacción Madrid
