MADRID – La Ley de Amnistía y el reconocimiento de un Estado Palestino. Son los argumentos alrededor de los cuales se ha desarrollado el debate político.
La mañana comenzó con el foco puesto en la Franja de Gaza y a la espera de la ofensiva inminente del ejército israelí. El éxodo palestino, los constantes bombardeos de Israel, el cerco impuesto desde hace años a un territorio transformado en una cárcel al aire libre, los cortes de agua y electricidad, el cierre del paso a camiones para el repostaje de alimentos, las muertes de niños y ancianos víctimas inocentes de un conflicto sin fin, fueron argumentos de discusión hasta que Alberto Núñez Feijóo interviniera en el “Desayuno Informativo” de EuropaPress. Y manifestara su preocupación sobre el futuro del País, a raíz del debate sobre la oportunidad de una Ley de Amnistía. De hecho, alertó sobre el peligro de la balcanización de España. Dicho en otras palabras, sugirió que, de seguir adelante con el proyecto de Ley de Amnistía, el País podría desintegrarse como ocurrió con Yugoslavia; desintegración que llevó a la creación de nuevos Estados y a una guerra en la que murieron más de 130 mil personas.
La tesis de Núñez Feijóo es que “no hay fórmulas superiores a la autonómica para garantizar al mismo tiempo diversidad e igualdad”. Afirmó que España se alejó “de los centralismos y de los nacionalismos” que, en su opinión, llevarían irremediablemente el país “hacia la Edad Media o hacia un horizonte similar al de los Balcanes”. Aprovechó la oportunidad para asegurar que “España tiene un partido que va a proteger la nación y la Constitución hasta las últimas consecuencias”.
El expresidente de Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero no comparte los temores del líder de los populares. Al contrario, el veterano político está casado con la tesis que sostiene el Secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez. Decimos, la “Cuestión Catalana” es un problema político que se resuelve solamente por la vía política.
Zapatero defendió la amnistía haciendo presente que se trata de una figura jurídica contemplada en “los ordenamientos democráticos” aunque “en situaciones excepcionales”. Entrevistado en “Onda Cero”, el líder socialista confesó estar convencido de las bondades de una Ley de Amnistía, subrayó que, en su opinión, “no es ilegal” y añadió que, de haber un proyecto de Ley, será el Tribunal Constitucional el encargado de confirmar su legalidad. Al responder a una pregunta del periodista, justificó los cambios de opinión, cuando se está en el gobierno, “por el interés general”.
No todos en el Psoe comulgan con la Ley de Amnistía. Por ejemplo, Emiliano García-Page, refiriéndose a su aplicación en España, dijo que están en juego “valores muy esenciales que tienen que ver con la defensa de la igualdad”; igualdad de derecho que en su opinión, una amnistía, en el “caso catalán”, violaría.
Mientras algunos políticos se enfrascaban en el debate sobre la Ley de Amnistía, otros lo hacían sobre la tragedia que se vive en la Franja de Gaza. Sumar indicó al presidente del Gobierno que no hay que esperar la Unión Europea para reconocer el Estado Palestino. Reclamó que se pase de las palabras a los hechos. Ernest Urtasun solicitó que el reconocimiento del Estado Palestino figure “de manera clara y unívoca en el próximo acuerdo de Gobierno”.
Los distintos puntos de vista entre el Psoe y Sumar dieron pie a las críticas del Partido Popular. Borja Semper insistió en que se está en presencia de “un gobierno roto”. Reiteró que “da la idea de que Pedro Sánchez no es de fiar ante la Unión Europea”. Exigió que ordene “la posición de su gobierno”.
En la arena política irrumpió la Embajada de Israel de manera enérgica y nada diplomática. Lo hizo para condenar las declaraciones “de algunos miembros del Gobierno”. No los nombró. Pero a todos quedó claro que la referencia directa era a las ministras Ione Belarra e Irene montero. Fueron ellas quienes pidieron parar lo que tildaron de “genocidio planificado del pueblo palestino”. La Embajada de Israel estimó “profundamente preocupante” que elementos del gobierno hayan “optado por alinearse con este terrorismo tipo ISIS”
En el comunicado se afirma que “estas declaraciones no solo son absolutamente inmorales, sino que también ponen en peligro la seguridad de las comunidades judías de España, exponiéndolas al riesgo de un mayor número de incidentes y ataques antisemitas”.
La respuesta del Ministerio de Exteriores fue igualmente enérgica. En un comunicado señala que “España rechaza tajantemente las falsedades vertidas en el comunicado de la Embajada de Israel sobre algunos de sus miembros”. Afirma que “no acepta insinuaciones infundadas sobre ellos” y subraya que “cualquier responsable político puede expresar libremente posiciones como representante de un partido político en una democracia plena como es España”.
El Ministerio de Exteriores, en el comunicado, ha fijado una vez más la posición española en el conflicto. A saber, la “condena tajante, exigencia de liberación inmediata e incondicional de rehenes y reconocimiento del derecho de Israel a defenderse dentro de los límites marcados por el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario”.
A.T./Redacción Madrid
