BOGOTÁ- Este lunes entró en vigencia un cese al fuego entre el gobierno de Colombia y y el Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, acordado en el marco de la instalación de una mesa formal de diálogo entre las partes este domingo en la localidad de Tibú, departamento Santander, frontera con Venezuela.
Según las bases del acuerdo, el próximo 16 de octubre el gobierno debe expedir un decreto definitivo de cese del fuego, aunque desde la medianoche de este domingo se suspenden las operaciones ofensivas.
Esta es la segunda vez que el gobierno intenta concertar un alto de las hostilidades con esta facción armada al mando de Néstor Gregorio Vera, alias “Iván Mordisco”, que se desligó y no firmó el acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno y las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
A comienzos de este año se había acordado una medida similar, pero en mayo el gobierno suspendió el cese de fuego bilateral en varios departamentos del país, tras tras la masacre de cuatro menores de edad en el departamento del Putumayo, atribuida al Estado Mayor Central.
En el acto de instalación, celebrado en Tibú, un municipio fronterizo con Venezuela que ha estado en medio del conflicto armado, acudieron autoridades locales, dirigentes campesinos, productores y habitantes de los territorios afectados como el Guaviare o el Cauca.
En el evento, el representante del EPC, Andrey Avendaño, aseguró que esas disidencias están comprometidas “con la paz con justicia social” y con el cese al fuego bilateral para llevar “alivio humanitario” a las comunidades víctimas de la confrontación armada.
El gobierno de Petro mantiene actualmente diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, y negocia con otros grupos armados en el marco de la política de “Paz total” que busca poner fin a un conflicto armado de décadas que ha dejado casi medio millón de muertos y millones de desplazados.
Redacción Caracas
