La Jornada Política – El independentismo muestra las costuras

MADRID – El independentismo muestra las costuras. Decimos, la fractura interna provocada por la rivalidad entre Junts y Erc y el declive de la capacidad de convocatoria de ANC. En 2018, un año después del 1-O, tomó la calle, en ocasión de la Diada, más de un millón de catalanes, según la Guardia Urbana. Y, siempre de acuerdo con la Guardia Urbana, en esta oportunidad asistieron no más de 115 mil personas. Es una cifra que pone al descubierto un cambio evidente en la conducta de los catalanes y la incapacidad de ANC de transformar la movilización en una protesta contra la actitud dialogante de Junts y Esquerra.

La fractura del independentismo es innegable. A la vista está, los líderes de la Asamblea Nacional Catalana, de Junts, de Erc y de la CUP encabezaron cuatro marchas que salieron de puntos distintos de Barcelona para confluir en la Plaza de España. Un mismo lugar de llegada; pero, cuatro rutas distintas.

Junts y Erc reclaman una Ley de Amnistía y no renuncian al sueño de un referéndum que permita a los catalanes decidir su propio futuro. Mas, desde trincheras distintas, lo que le resta fuerza. Erc hizo un llamado a Junts a unir fuerzas y a coordinar estrategias. Sin resultado alguno.

Pere Aragonés, presidente de la Generalitat, ha sido muy claro en subrayar que la amnistía es tan sólo el primer paso. Las reivindicaciones históricas del independentismo quedan inalteradas. Y ha reclamado para Erc el haber abierto un camino.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, pareciera haber digerido la idea de que, cada día que pasa, se acerca irremediablemente a una investidura fallida. Ya nadie en Génova cree que podrá evitarse lo ineludible. Por lo tanto, se prepara a dar vida a una oposición inflexible. Y ya ha anunciado que, en caso de aprobarse una Ley de Amnistía, no dudará en recurrir a los tribunales.

Núñez Feijóo responsabiliza a su directo adversario, Pedro Sánchez, de haber facilitado la humillación del Estado. Lo hace sin conocer aún los planes del líder socialista. Y a pesar de que desde el Psoe se asegura que no habrá pactos fuera del marco constitucional.

Aun así, Núñez Feijóo afirma que “ningún precio parece demasiado alto” a Sánchez. Y que el independentismo, hoy, compite “en demostrar quién pide más” y en cuál partido “es capaz de humillar el Estado”.

La respuesta de los socialistas a los populares es siempre la misma. María Jesús Montero, vicesecretario general del Psoe, ha reiterado que el Gobierno, en Cataluña, “ha mejorado la convivencia”. Ha comentado que “trabaja por la cohesión territorial, por la defensa de una España plural utilizando el diálogo como método y teniendo como marco la Constitución”.

Mientras el debate sobre la amnistía lo domina todo, desde la arena política hasta la opinión pública; el recuento de 30 mil votos, pedido por el Psoe, pareciera encaminado hacia el rechazo. La Fiscalía ha solicitado al Constitucional que, como hizo el Tribunal Supremo, no admita la demanda de los socialistas. El Psoe aún confía en que un recuento de los votos de los españoles, registrados en la Comunidad de Madrid y residenciados en el exterior, pueda darle la razón. En fin, hacer justicia y devolverle ese escaño necesario para que  sea suficiente la abstención de Junts para la investidura de Sánchez. Ahora, los votos independentistas son indispensables.

A.T./Redacción Madrid

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