José Gregorio Hernández con su testimonio de paz y unidad estuvo presente este verano en Italia 

Encuentro: Cuando la Paz y la Unidad son posibles: El testimonio del Beato Jose Gregorio Hernandez


El Meeting de Rimini ofreció el espacio para realizar la primera exposición del beato venezolano a nivel mundial, junto a encuentros para comunicar su vida y obra.

El médico del pueblo.

Durante una semana pasaron más de mil personas diarias a visitar la exposición “El médico del pueblo”, donde un grupo de jóvenes voluntarios italianos, algunos de ellos estudiantes de medicina o médicos ya graduados, daban a conocer una mirada sobre la vida y la obra del beato venezolano.

La importancia del testimonio de José Gregorio como científico, académico, servidor de los más necesitados, fiel cristiano, hombre de paz y unidad brillaban tanto en los ojos de estos guías de la exposición como en los grupos incesantes de visitantes a la exposición durante 12 horas al día.

Ha sido conmovedor ver la sorpresa de personas conocedoras del tema como el Cardenal Baltazar Porras y el padre Gerardino Barracchini (vice-postulador de la causa), como también la curiosidad de quienes escuchaban de José Gregorio por primera vez. Esto se podía constatar en cada grupo de visitantes: desde niños hasta adultos, religiosos, empresarios, emprendedores sociales de varias partes del mundo, e incluso personalidades del ámbito político y diplomático, como la Dra Maria Elena Uzzo, encargada de negocios de Venezuela en Italia.

El recorrido de la exposición terminaba con la contemplación de una reliquia del beato, colocada dentro de la representación de un altar típico venezolano. Frente al que se sumaron miles de intenciones para pedir la intercesión de José Gregorio. Y de la misma manera que en el Hospital Vargas de Caracas, los niños y adultos podían pintar al beato y pegarlo en una pared dispuesta para ello. 

La construcción de todo el espacio fue posible gracias a muchos voluntarios liderizados por la arquitecto Lucia Margiotta de Milano, la cual involucró a estudiantes de Arquitectura y Diseño industrial del Politécnico de Milano y a estudiantes de la Academia de Bellas Artes Brera de Milano, quienes pintaron una réplica de un mural de las calles de Caracas.

Además de la belleza y color de la exposición, junto a la creatividad de los jóvenes que presentaban, todos los visitantes salían provocados por el mensaje final, citado por los guías de la exposición, que el Cardenal Porras comunicó en su discurso del acto de beatificación: “El beato José Gregorio nos hizo comprender que la bondad, el amor y el servicio no tienen fronteras. José Gregorio es de todos y para todos…. ¡Un símbolo en sí mismo y un desafío a nuestra responsabilidad por el Bien Común de nuestra nación de hoy!”

 

Murales en el exterior de la exposición “El Médico del pueblo”

 

Cuando la paz y la unidad son posibles.

Uno de los eventos centrales de la semana fue el encuentro en el auditorio del Meeting de Rimini, con la participación como ponentes del Cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Caracas, el Dr José Manuel ‘Chema’ Colmenarez, Director Clínica ONG (Oídos, Nariz y Garganta) de Barquisimeto y presidente de la Fundación Stapedium en Venezuela, la Dra Chiara Locatelli, Neonatologa del Policlinico Sant’Orsola de Bolonia y Franco Nembrini, escritor y profesor italiano. 

En su intervención, el Cardenal Porras además de dar a conocer la vida de éste significativo venezolano afirmó que “en la exposición se puede ver un modo de vivir la fe que favorece el bien común, la reconciliación y la construcción de la paz social…  Que su vida y obra esté presente en el Meeting de Rimini es un himno que nos ayuda a promover el diálogo, el encuentro en la diversidad de pensamientos y posiciones que nos lleva a la igualdad integral, la única que conduce a la paz”. 

 

El Cardenal Baltazar Porras, escuchando la guía de la exposición.

 

Por su parte, el Dr Colmenarez narró cómo esa conciencia de José Gregorio llegó a él desde pequeño a través de sus padres y llega a los médicos venezolanos traduciéndose en la atención a los más necesitados. De manera específica, cuenta sobre las jornadas médicas que se llevan a cabo en el mes de diciembre desde hace 20 años en El Tocuyo (Edo. Lara), y que permiten que más de 3.000 personas de escasos recursos y de diferentes lugares de Venezuela sean atendidas durante una semana, en las que médicos, enfermeras y todo el pueblo apoya de forma voluntaria para que se brinden consultas médicas de más de 26 especialidades y se realicen más de 500 operaciones quirúrgicas gratuitas, que normalmente serían imposibles de conseguir.   

La Dra Locatelli comentó que, desde la perspectiva de un médico italiano: “… ésta mirada de Jose Gregorio, fue lo que más me impactó, su fe era el origen de poder ser un gran investigador y un excelente médico, porque partía siempre de una pasión por la realidad, porque la realidad es Cristo y era así con todos sus pacientes”. 

Y el Prof Nembrini profundizó sobre el papel de los médicos. “Siguen surgiendo médicos santos, que son santos por cómo trabajaron como médicos, esto me conmueve muchísimo. Uno como José Gregorio que vivió intentando reducir el sufrimiento de los más marginados, es lo que ha caracterizado también a tantos médicos… Está claro que José Gregorio ha generado un pueblo, es un beato que el pueblo lo siente suyo, lo siente suyo la iglesia y todo esto es producto de la fe que vivía… Se ha vuelto un ícono de la unidad de un pueblo, que habría sido imposible de otra manera. Éste es realmente el milagro de los santos, que salvan a todos, realmente salva la vida de los hombres.”

 

Jóvenes voluntarios terminando de pegar los murales de la exposición.

 

El bien común se contagia 

Llegar al Meeting di Rimini y ser testigos de cómo más de 3.000 voluntarios, desde jóvenes hasta personas mayores, donan su tiempo en la construcción de un evento de más de 120 mil metros cuadrados es realmente impresionante. Luego, ver cómo se lleva adelante un evento completo de toda una semana con 15 exposiciones, más de 400 encuentros, 17 expectaculos y más de 800 mil reservas en cualquiera de los eventos, gracias a todos los voluntarios que trabajan incansablemente es definitivamente constatar que, aún hoy, hay muchas personas que se empeñan en donar su vida a los demás de forma muy concreta.

Así como los voluntarios del Meeting, todo el quehacer en la vida de nuestro beato fue una consecuencia de buscar el significado, su razón de vivir. Para José Gregorio fue una estrecha comunión con Dios y así pudo entregar su vida de manera inteligente al servicio de todos, especialmente los más necesitados. 

Es por ello que, en una Venezuela con una situación compleja de todo punto de vista, José Gregorio Hernández contagia bien común, porque nos invita a vivir una responsabilidad en primera persona para que, desde el ámbito que nos toca, podamos ser protagonistas de un cambio. 

Andrea Marius  y Alejandro Marius

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