CIUDAD DE MÉXICO – Un ataque con drones en el estado mexicano de Guerrero, dejó un muerto este fin de semana. Se agudiza ulteriormente la crisis de seguridad que viven los pobladores de distintas comunidades en la zona, a causa del narcotráfico.
Algunas personas de la comunidad El Caracol que lograron tener contacto con el Centro de Derechos Humanos Minerva Bello informaron que, mediante drones, les lanzaron bombas de fabricación casera; el ataque empezó a mediodía del sábado y terminó a las 20.00 hora local, para luego ser reanudado la mañana del domingo.
El sacerdote y director de ese Centro, Filiberto Velázquez Florencio, explicó en rueda de prensa que “los pobladores están refugiados en los pocos cuartos de material (concreto) que hay en la zona”, pues los artefactos explosivos logran dañar sus precarias viviendas de techo de lámina.
Según el párroco, son al menos 10 comunidades asentadas en la ribera del río Balsas las que son víctimas de esta violencia, en la colindancia con los municipios de Cocula, Teloloapan y Apaxtla de Castrejón, en la región norte de Guerrero.
“Esta región está siendo presionada, atacada y por qué no decirlo, todos sabemos que el grupo que quiere entrar a esa zona es la Familia Michoacana que pareciera que rebasa las fuerzas y voluntades del Gobierno mexicano. Ahí es donde cuestionamos ¿por qué no se hace algo más, qué temor hay detrás o cuáles son los intereses que puede haber?”, expresó.
Paralelamente, en el estado de Michoacán, se vivió el pasado domingo una jornada tensa luego de que se registraran distintos ataques a comercios y vehículos, perpetrados por presuntos sicarios al servicio de grupos del narcotráfico.
La Policía local reportó la detención de seis hombres, en poder de bidones con gasolina, como presuntos responsables de los ataques en el municipio de Apatzingán, donde hombres armados lanzaron cócteles molotov a dos tiendas comerciales e incendiaron varios vehículos.
Redacción Caracas
