MADRID – Como era de esperar, la decisión de Ferraz de bloquear un gran acuerdo de estabilidad con Psoe y Partido Popular como protagonistas, ha causado revuelo y sigue dando de qué hablar.
Alberto Núñez Feijóo, presidente de los populares, arremetió contra los socialistas con un mensaje en Twitter. Acusó al Psoe, en particular al presidente del Gobierno en función, Pedro Sánchez, de haber bloqueado “un acuerdo por la estabilidad de Ceuta”.
Núñez Feijóo, en su account en Twitter, subrayó que el PP “es un partido de Estado” cuyo deber es “fortalecer la cohesión social y proteger a los ciudadanos” frente al interés de Sánchez “por mantenerse en el poder”.
Los socialistas rechazaron la invitación a participar en el gobierno de Ceuta que le hiciera el conservador Juan Vives, ganador de las elecciones del 28 de mayo. Vives propuso a los socialistas un gobierno en el cual participarían el Partido Popular, que obtuvo nueve de los 25 escaños de la Asamblea; el Psoe, el segundo partido más votado, con seis diputados y el MDyC, con tres escaños. De esta manera, se bloquearía cualquier reivindicación de la extrema derecha.
El Psoe de Ceuta habría recibido directamente de Madrid la orden de rechazar la oferta porque, sería la justificación, no es posible un pacto “con el PP de Feijóo”.
También la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, ha recriminado a Sánchez la decisión de rechazar un acuerdo que, en su opinión, habría asegurado estabilidad.
“Los socialistas de Ceuta – escribió Gamarra en su account en Twitter – querían pactar por el interés general, pero Sánchez sólo busca su propio interés”.
Cada vez más cerca, en cambio, pareciera estar el acuerdo en la Comunidad Foral de Navarra. El tiempo apremia. Falta pocas semanas ya, para alcanzar el límite para la investidura. De acuerdo con indiscreciones, los desencuentros entre el Partido Socialista de Navarra y Geroa Bai serían agua pasada. Las dos formaciones habrían acercado posiciones. Y la tormenta política, sazonada con reproches y bloqueos, pareciera amainar para dar espacio al entendimiento.
El Partido Socialista ha sugerido reeditar la estructura actual de gobierno. Esta le permitiría conservar su cuota de poder y evitar nuevas elecciones. Ningún partido pareciera tener interés en una repetición electoral que representaría un salto al vacío. Por ende, de no haber sorpresas de última hora, cuatro consejerías se asignarían a la coalición que lideriza Uxe Barcos, una a Contigo Zurekín y las restantes a los socialistas de María Chivite.
Gerona Bai, indispensable para las aspiraciones de Chivite, aparentemente no se opondría a la solución propuesta por los socialistas; pero, exige anclarla a un “acuerdo programático cerrado”.
La parlamentaria María Solano, de Geroa Bai, ha sido clara en señalar que necesita saber si los socialistas y Contigo-Zurekín, pero sobre todo los primeros, estarían “dispuestos a asumir reglas de juego mucho más estrictas” y “un acuerdo programático cerrado”.
Tras el acuerdo en Aragón, entre el Partido Popular y Vox, y el probable compromiso en Navarra, tan sólo quedaría en el aire la Región de Murcia. Fernando López-Mira, quien está a solo dos escaños de la mayoría absoluta, no quiere gobernar con Vox. Los “ultras” opinan justo lo contrario. Tienen la llave de la gobernabilidad y están dispuestos a jugar todas las cartas. Quieren entrar en el ejecutivo y con el mismo peso. El tiempo apremia y la repetición de las elecciones, cada día que pasa, cobra más fuerza.
A.T./Redacción Madrid
