Embajador Romain Nadal anunció su partida de Venezuela el 3 de agosto

CARACAS – En el marco del Día Nacional de Francia, la Embajada en Caracas organizó su acostumbrada celebración anual a la que concurrieron personalidades del cuerpo diplomático, la comunidad franco venezolana e invitados de las diversos sectores de la vida nacional. La oportunidad fue propicia para que el Embajador Romain Nadal, tras hacer una síntesis de su extensiva labor en Venezuela,  anunciara su partida el venidero 3 de agosto, luego de seis años al frente de la misión diplomática en el país.

En un ambiente lleno de mucha emotividad, el Embajador quien ha sido una persona muy carismática y apreciada por su sensibilidad social y cultural, se dirigió a los venezolanos con hermosas palabras de agradecimiento más que de despedida, e informó que el 4 de agosto llegará su sucesor Emmanuel Pineda, actual embajador de Francia en Honduras.

Comentó que le cuesta abandonar Venezuela, un país que lo ha recibido con cariño y que le ha enseñado muchísimo como diplomático y como ser humano y que siempre tendrá un lugar especial en su corazón, Confía que el trabajo colectivo que ha emprendido la Embajada en los últimos años seguirá, y reiteró su agradecimiento a todos los miembros de su equipo y socios venezolanos.

Parte de las palabras de su discurso se sintetizan a continuación:

“Llegué a Venezuela el 18 de junio de 2017, hace ya más de 6 años, en el contexto que todos ustedes conocen, el de una crisis política, económica y humanitaria, a la cual se sumó la crisis sanitaria.

Han sido seis años de trabajo intenso, marcados por múltiples encuentros con una amplísima gama de venezolanos, no solamente políticos y diplomáticos sino emprendedores, académicos, artistas, periodistas, defensores de derechos humanos, estudiantes, comunidades indígenas y muchísima gente admirable del común (…) seis años en los cuales, con todo el equipo de la Embajada, hemos trabajado alrededor de un eje fundamental: la solidaridad ante la crisis”.

Comentó las gestiones de solidaridad con la comunidad francesa, haciendo referencia a las ayuda sociales de los necesitados, adultos mayores  y durante la pandemia; vacunas; becas; elecciones para conciudadanos, y a través de las Alianzas Francesas.

Hizo mención a la solidaridad con los venezolanos para financiar proyectos de la sociedad civil que abarcan desde promoción de los derechos civiles y políticos, igualdad de género, derechos LGBT+, salud sexual y reproductiva hasta alimentación, desarrollo sostenible, telemedicina para poblaciones indígenas, inclusión de personas con discapacidad y promoción del deporte, así como iniciativas con comunidades en diversas partes del territorio y una amplia gama de eventos culturales para unir a Venezuela y Francia a través  del idioma, cine, teatro, festivales, deporte y debates de ideas.

Nadal mencionó los esfuerzos para promover un acuerdo político entre las partes venezolanas y reiteró que a pesar de las dificultades, siguen apostando a la negociación como vía para lograr una reconciliación del país alrededor de elecciones libres y democráticas y recordó que “Francia organizó el 11 de noviembre pasado una reunión en París con los jefes de delegaciones negociadoras del gobierno y de la Plataforma Unitaria, en la cual participaron los Presidentes Macron, Petro y Fernández” y además estuvo presente en la reunión de Bogotá del 25 de abril, siempre propiciando encuentros y diálogos en pro de un acuerdo entre venezolanos.

“En estos seis años, la solidaridad ha guiado cada vez más la política exterior francesa a nivel global con numerosas iniciativas en materia de lucha contra el cambio climático y contra la pobreza, ayuda al desarrollo, diplomacia feminista y regulación económica. Los desafíos del mundo de hoy exigen que trabajemos para lograr soluciones concretas, basadas en el multilateralismo, la cooperación y la regla de derecho. Esto es la esencia de un verdadero mundo multipolar y solidario.

Un mundo multipolar y solidario no es la invasión imperialista de un país vecino, como lo propone Rusia. Tampoco es el oscurantismo y la represión, como lo practica Irán. Tampoco es la aniquilación de la sociedad civil, como lo plantea Nicaragua. Para Francia, es importante poder contar con Venezuela para enfrentar los retos compartidos. Aún más porque somos vecinos. Compartimos el mar Caribe a través de Guadalupe y Martinica y la selva amazónica a través de la Guyana francesa. Esta vecindad hace que compartimos también desafíos, desde la lucha contra el narcotráfico y la preservación del medio ambiente, en las cuales estamos muy activos”.

“Dejo mi corazón en Venezuela”

El Embajador quiso concluir enviando un conmovedor mensaje a la sociedad venezolana: “Nunca pierdan su optimismo, porque es contagioso. Esa forma con la que ustedes enfrentan los problemas y las crisis, que consiste en trabajar sin desfallecer y además con una sonrisa, es realmente maravillosa y es lo que más me ha impresionado. Para mí, que he conocido diversas culturas alrededor del mundo, ustedes poseen una cualidad preciosa que se manifiesta en sus ganas insaciables de conseguir un futuro mejor para sus familias, y para Venezuela.

Recordó a Francisco de Miranda, único latinoamericano cuyo nombre está inscrito en el Arco de Triunfo de París, quien una vez dijo que: “El trabajo y la moral son las bases fundamentales sobre las cuales reposa el sólido sistema de la libertad”. Esa libertad, conjuntamente con la igualdad y la fraternidad tan apreciada por los venezolanos, son valores compartidos muy arraigados que han unido durante siglos al pueblo venezolano con el francés. Sigamos caminando juntos alrededor de esas convicciones.

El héroe continental Simón Bolívar, que tanto luchó por la libertad, escribió que: “La unidad lo hace todo y, por lo mismo, debemos conservar ese precioso principio”. No pierdan nunca ese sentido de unión que aconsejó Bolívar, para lograr el futuro mejor que todos ustedes desean y que con tanto esfuerzo persiguen.

“Amigos venezolanos, me voy a trabajar en otro país porque mis funciones así lo exigen, pero dejo mi corazón por siempre en el Ávila, en Roraima, en Petare, en Apure, en Catia, y sobre todo con ustedes. Despedirse nunca es fácil y menos cuando uno no se quiere ir de un sitio que considera prácticamente como el suyo. Gracias por haberme recibido como lo hicieron. Con un cariño sólido y sincero que nunca olvidaré”.

Dejando a Venezuela con un fuerte sentimiento de añoranza, Romain Nadal se despidió clamando: ¡Viva Venezuela! , ¡Viva Francia! Y ¡Y viva la amistad franco-venezolana!

La celebración en la que participaron en calidad de aliados un grupo de empresas y algunos se hicieron presentes a través de stands informativos y de degustación de productos, contó con una presentación de Los Miserables, musical que respaldó la Embajada de Francia en Caracas y con la participación del Grupo Madera, quienes con su son latino pusieron a bailar a los presentes.

LBL / Redacción Caracas

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