QUITO.- El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso disolvió la Asamblea Nacional y solicitó al Consejo Nacional Electoral convocar nuevas elecciones legislativas y presidenciales, un día después del inicio de un juicio por malversación en su contra. El mandatario invocó sus poderes constitucionales para tomar la medida que adoptó mediante el decreto 741 y consideró la “mejor decisión para darle salida a la grave crisis política y conmoción interna que soporta” el país.
“Conforme el artículo 148 de la Constitución de la República, la calificación de la ocurrencia de la causal de grave crisis política y conmoción interna es atribución exclusiva del presidente de la República, sin que se requiera otro pronunciamiento o requisito previo”, reza el decreto.
«Es una decisión democrática y constitucional (…) le devuelve al pueblo ecuatoriano el poder de decidir su futuro en las próximas elecciones», expresó.
Lasso afirmó que la decisión de la Asamblea Nacional de hacerle un juicio político es para «usurpar» la presidencia de Ecuador y tomar todos los poderes. «No es fiscalización, es una constante obstrucción». El Parlamento tenía previsto continuar hoy la sesión iniciada este martes que aborda el juicio político de censura contra Lasso, acusado de peculado en empresas del Estado, que él niega.
“Hoy es un día en el que tengo una obligación de dar una respuesta a la crisis política que tiene entrampado el Ecuador”, ha declarado en un discurso a la nación donde anunció esta medida, contemplada en la Constitución ecuatoriana de 2008.
Tras el anuncio presidencial, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional de Ecuador dieron su respaldo al mandatario, dado que se encuentra amparado en la Constitución.
“Le recordamos a los ecuatorianos que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional somos instituciones no deliberantes y cumplimos nuestra misión con estricta restricción al poder civil”; dijo en un pronunciamiento la Armada que pidió a los ecuatorianos no caer en la violencia para “atentar contra la democracia”.
El mandatario usó para disolver la Cámara este mecanismo que se se denomina la “muerte cruzada”, una figura legal que puede adoptar para este fin, y no esperar al debate que debía llevarse a cabo en el Parlamento para posteriormente votar una moción de censura.
El juicio contra Lasso, el segundo intentado por la Asamblea, lo decidió la mayoría opositora a pesar de que un comité de supervisión del Congreso, alegó en su informe que el caso no merecía un juicio político.
La oposición ecuatoriana está liderada por el movimiento de izquierda Revolución Ciudadana, del expresidente Rafael Correa, quien fue condenado a ocho años de prisión por corrupción y quien vive en Bélgica desde que dejó el poder en 2017.
Redacción Caracas
