WASHINGTON —El presidente de Estados Unidos Joe Biden firmó una nueva orden ejecutiva sobre la venta de armas que aumenta los controles y sanciones para quienes violen las normas.
Esta nueva orden endurece los requisitos de compra y venta, refuerza la colaboración entre diferentes departamentos y amplía el seguimiento y sanciones para los infractores.
La medida aumentará el número de trámites para comprobar los antecedentes penales de quienes pretenden comprar un arma, así como de aquellos que se dedican a su comercio, informando de quienes hayan infringido la ley. Asimismo propone más y mejores controles para almacenar de forma segura este tipo de arsenal.
La iniciativa le ordena a las agencias federales promover y poner en marcha las leyes conocidas como de “bandera roja”, presentes ya en 19 estados, con las que se podría retirar el arma a una persona considerada peligrosa, así como a trabajar para reducir el número de armas que se pierden y acaban en el comercio ilegal.
“Esta orden ejecutiva acelera e intensifica el esfuerzo para salvar vidas más rápidamente”, dijo Biden en Monterey Park, un suburbio del este de Los Ángeles donde 11 personas murieron y 9 resultaron heridas en un tiroteo en un estudio de baile en enero pasado.
Con anterioridad, la Administración Biden ya puso en marcha otras medidas para controlar el acceso a las armas y minimizar los riesgos en las comunidades, creando nuevos delitos federales en relación al tráfico y posesión de este tipo armamento.