MANAGUA – El gobierno de Daniel Ortega informó que Nicaragua y el Vaticano “se han planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas”, tras las recientes críticas del papa al régimen sandinista.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores sandinista “precisó” que “entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas”, luego que el medio nicaraguense Confidencial publicara que el gobierno decidió romper relaciones con la Santa Sede.
La nota califica de “noticia tergiversada “ o “noticia falsa” la información “ divulgada por fuentes aparentemente vinculadas con la Iglesia Católica”.
Según la agencia Reuters, “la representante del Gobierno sandinista ante la Santa Sede comunicó ‘verbalmente’ la ruptura de relaciones en la Secretaría de Estado del Vaticano, en Roma, con el cierre de las respectivas embajadas.
Otros medios internacionales señalaron Nicaragua hizo una petición a la Santa Sede para el cierre de las sedes diplomáticas respectivas, aunque no existe aún una ruptura oficial de las relaciones diplomáticas.
La petición habría sido para el cierre tanto de la nunciatura, representación vaticana en el país centroamericano y la embajada nicaragüense ante la Santa Sede.
En declaraciones al medio argentino Infobae, publicadas el pasado viernes, el papa Francisco calificó de “dictadura grosera” al régimen de Ortega, por la persecución y ataques a la Iglesia Católica.
“Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras”, dijo el Papa.
“Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige [el Gobierno de Nicaragua], agregó el Pontefice al referirse a la condena a 26 años de prisión del obispo Rolando Alvarez, quien recientemente se negó a ser desterrado del país junto con otros 222 presos políticos nicaragüenses. “Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”, comentó Francisco.
Las relaciones de Nicaragua y el Vaticano experimentaron un creciente deterioro tras las protesta masivas de 2018 en ese país y una ola de persecución contra sectores políticos y civiles, incluyendo la Iglesia Católica.
En marzo de 2022, el Gobierno nicaragüense expulsó al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag y actualmente, el Monseñor Mbaye Diouf, secretario de la Nunciatura, está al frente de la misión diplomática vaticana en Managua.
Previamente en 2021 Nicaragua canceló el nombramiento de un embajador ante la santa sede y sólo dejó a una ministra consejera en El Vaticano.
El mandatario nicaragüense calificó reciente de “mafia” y “antidemocrática” a la Iglesia permitir que los católicos elijan por voto directo al papa y a los obispos .
Desde el año 2028, el régimen de Ortega canceló la personalidad jurídica de más de 3.000 Ong de derechos humanos, universitarias, religiosas y humanitarias, así como la mayoría las organizaciones empresariales y civiles, y retiró la nacionalidad a más de 300 presos políticos a los que acusa de ser “traidores” de la patria.
Redacción Caracas
