RIO DE JANEIRO.- La deforestación en la Amazonía brasileña marcó un récord para febrero, tras dispararse en 61,8% frente al mismo período de 2002, según datos oficiales divulgados este viernes.
El monitoreo satelital detectó 322 kilómetros cuadrados de flora destruida en la parte brasileña de la mayor selva tropical del mundo, según datos del sistema de vigilancia DETER, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
El área, equivalente a más de 44.000 campos de fútbol, supera significativamente los 199 kilómetros cuadrados destruidos en el mismo mes de 2022, y representa la más alta devastación registrada para un mes de febrero desde 2015.
El área destruida en el bioma en febrero también fue un 93,3 % superior a la de enero, cuando perdió 166,58 kilómetros cuadrados.
En enero pasado, el monitoreo satelital había reportado una caída de 61% en relación con el mismo periodo de 2022, y de 27% frente a diciembre, aunque organizaciones ambientalistas habían alertado de que era prematuro hablar de una “reversión de tendencia”, ya que parte de la caída podía estar relacionada con la presencia de más nubes que perjudicaron los cálculos. Por lo que es posible que en febrero el Deter haya registrado la devastación que no consiguió captar en enero.
En 2022 la Amazonía brasileña perdió 10.278 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, un nivel nunca antes visto desde que en Brasil se realiza la medición con el Deter.
Bajo la administración de Bolsonaro, un negacionista del cambio climático, la deforestación anual promedio en la Amazonía brasileña aumentó 75,5% con respecto a la década anterior, por la falta de controles y el debilitamiento de los órganos ambientales, según cifras extraoficiales.
Expertos aseguran que la destrucción se debe principalmente al avance de las granjas y los usurpadores de tierras que talan la selva para ganadería y cultivos.
La recuperación de la Amazonía brasileña es uno de los principales compromisos anunciados por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva que asumió su tercer mandato el 1 de enero pasado.
Redacción Caracas
