CARACAS – El sector químico venezolano atraviesa serios problemas que tienen frenada la producción y venta nacional, como son la falta de financiamiento, la competencia desigual de productos importados, la gran cantidad de impuestos y la dificultad para acceder a las materias primas, entre otros.
De acuerdo con los resultados de la encuesta de coyuntura del cuarto trimestre de 2022 de la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (ASOQUIM), sólo el 48,6% de los consultados aseguró que sus ventas aumentaron respecto al trimestre previo.
Sin embargo la situación ya venía con una acelerada caída, pues para mediados de 2022 se comenzó a evidenciar una desaceleración económica que vaticinaba bajas ventas para finales de año
Guillermo Wallis, presidente ASOQUIM, señaló que el segundo semestre de 2022 no cubrió las expectativas sectoriales, a pesar del leve repunte que no pasó del primer trimestre.
Dijo que las empresas aunque intentaron mejorar la producción y realizaron inversiones en materia prima con la esperanza de una recuperación, las ventas no fueron positivas y acarreó que gran parte de las compañías se quedaran con buena cantidad de mercancía, que les están generando pérdidas importantes.
Pero en el entorno actual, sólo el 82,6% de las empresas utilizan menos del 40% de su capacidad instalada, la cual para operar de manera óptima debería estar alrededor de 80%.
Para ASOQUIM podría darse cierta recuperación de la producción petrolera en los próximos meses con el regreso de Chevron, pero para dejar de depender de factores externos, se requieren fortalecer las políticas internas que fomenten la producción industrial nacional y atraiga nuevos capitales.
Venezolanos en desventaja
Referente al acuerdo de alcance parcial con Colombia, Wallis manifestó que aún los industriales venezolanos están en desventaja porque los productos del sector químico nacional no está en condiciones de competir de igual a igual con los productos terminados colombianos, que llegan al territorio sin pago de IVA ni aranceles.
A la desventaja se le suman los elevados costos logísticos y aduanales; la sobrevaluación cambiaria; los altos costos comparativos de la materia prima y las dificultades para obtenerla; los costos financieros por las transacciones internacionales y por último, la mala calidad de los servicios públicos.
Wallis anunció que están previstas reuniones entre el gobierno y sectores como lubricantes, pinturas, pegamentos, plásticos y detergentes, para evaluar problemas puntuales y buscar soluciones para fortalecer el comercio binacional.
Redacción Caracas
