BRASILIA – El juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF), Alexandre de Moares, autorizó este lunes a la Policía Federal (PF) a realizar una investigación “para determinar la autoría y relevancia de posibles delitos cometidos por miembros de las fuerzas armadas y policías militares en relación con ataques a la democracia”.
El magistrado también afirmó que la Corte Suprema podría procesar a los militares involucrados en la invasión y saqueo de la Asamblea Nacional, el STF y el Palacio Planalto, sede del poder ejecutivo, el pasado 8 de enero.
De Moraes destacó la “competencia” del STF para el caso “sin distinguir civiles y militares” y justificó su falló en el Estatuto Antiterrorista que estipula que en actos que atentan contra la democracia la Justicia “no está asociada a la función militar”, que tiene su propia jurisprudencia.
“El Código Penal Militar no protege la identidad de los militares, sino la dignidad de las organizaciones de las Fuerzas Armadas, el cual, según lo aceptado pacíficamente por la Corte Suprema, establece que la justicia militar no conoce de crímenes de guerra. , sino delitos”, señaló en la decisión.
El 8 de enero, partidarios radicales del derrotado presidente Jair Bolsonaro irrumpieron y saquearon las tres sedes de los poderes en Brasil, exigiendo la intervención militar para impedir la asunción de la presidencia a Luiz Inácio Lula da Silva, ganador de los comicios electorales.
PF llamó la atención sobre la participación y la inacción del personal militar en la comisión de crímenes contra un estado constitucional y democrático.
Tras el arresto inicial de más de 1.200 manifestantes, el número de personas involucradas en el ataque se redujo a 835. Del total, 645 fueron considerados autores intelectuales, es decir, actuaron o acamparon frente al cuartel general del ejército en Brasilia, pero no saquearon edificios públicos. Otras 189 personas fueron declaradas culpables: irrumpieron en edificios, destrozaron y robaron.
De estos últimos, 137 personas fueron capturados in fraganti con petardos, cuchillos, bombas lacrimógenas y materiales para fabricar explosivos improvisados como cócteles molotov.
Redacción Caracas
