MADRID – Sin novedades en el frente. El Comité de huelga y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid no dan el brazo a torcer. Y la posibilidad de un acuerdo luce cada vez más remota. Los médicos de atención primaria y pediatría, por lo tanto, siguen en huelga
En la última reunión, las partes en conflictos, atrincheradas en sus posiciones intransigentes, no han logrado desbloquear una situación que se está tornando cada vez más compleja. El sindicato amenaza con movilizar a los madrileños. Ya en dos oportunidades han protagonizado sendas marchas en defensa de las “batas blancas” y de la sanidad pública..
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sigue considerando que la huelga tiene un trasfondo político y que los sindicatos no tienen interés alguno en facilitar una solución. Está convencida de que su objetivo es prolongar el conflicto hasta la víspera de la cita electoral del 28 de mayo. Así las cosas, no está dispuesta a ceder. Además, tendría la certeza de que, más temprano que tarde, la huelga de los sanitarios comenzará a perder fuerza y la simpatía que le han manifestado los madrileños.
Díaz Ayuso, persuadida de que el cansancio comenzará inevitablemente a hacer mella en el movimiento huelguista, tampoco ha cedido a las presiones de quienes, en los pisos altos de Génova, observan con preocupación el desarrollo del conflicto. Temen que este, al final, pueda desgastar el Partido Popular que, en las elecciones regionales, aspira a gobernar por mayoría absoluta en la “Joya de la Corona”. Decimos, en la Comunidad de Madrid. También temen que la huelga pudiera contagiar otras provincias. Efecto dominó. La sanidad pública es responsabilidad de las Comunidades Autónomas.
La sanidad pública también estuvo presente en el rifirrafe que protagonizaron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijó.
Sánchez y Núñez Feijóo volvieron a verse la cara en ocasión de la séptima sesión de control al Gobierno en el Senado, la primera del año. Ha sido un debate agrio, no exento de tonos duros y ásperos. El líder de los populares llevó el debate hacia el terreno ideológico. Lo hizo al criticar de manera seca y sin medias tintas las Leyes “Trans”, del Aborto y del “solo sí es sí”. Al hacerlo, puso en evidencia el rasgo conservador del Partido Popular. El lenguaje y el carácter de las críticas revelaron el profundo arraigo de los populares hacia posiciones propias de épocas pasadas. Un lastre del cual no logran liberarse y que les priva de la posibilidad de ser un partido conservador distinto, moderno.
Por su parte, el presidente del Gobierno ha reivindicado las medidas de carácter social, aprobadas para ayudar a la clase media y trabajadores a superar la crisis económica producto del conflicto en Ucrania. Ha defendido las conquistas sociales logradas durante su gobierno y ha recordado los recortes en la Sanidad pública en Galicia, cuando Alberto Núñez Feijó era presidente de la Xunta.
Mientras los ánimos se caldean a medida que se acerca la primera cita electoral, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, informó que las grandes empresas energéticas y las entidades financieras realizaron el primer pago de los gravámenes extraordinarios aprobados por el Gobierno. Se trata de mil 454 millones de euros.
La ministra Montero precisó que a través del gravamen energético se recaudaron alrededor de 817 millones al tiempo que el abono del sector bancario ha sido de 637 millones. Estas cifras corresponden al primer pago, lo cual hace suponer que la recaudación anual podría superar los dos mil 900 millones.
La ministra de Hacienda, en la rueda de prensa posterior al Consejo de ministros, comentó que el monto del impuesto extraordinario es “bastante asumibles” por las energéticas y las entidades financieras. Estas, subrayó la ministra, reportaron beneficios millonarios: vente millónes 500 mil los grandes bancos y doce mil el sector de la energía.
A.T./Redacción Madrid
