MANAGUA – El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que no hubo negociación alguna con Estados Unidos para liberar y que no está pidiendo a Washington que levante las sanciones a funcionarios de su Gobierno, tras la excarcelación y expulsión hacia el país norteamericano de 222 presos políticos nicaragüenses.
“No se trataba de negociar nada. No estamos pidiendo que nos levanten las sanciones…. No estamos pidiendo nada a cambios”, sostuvo Ortega en una conferencia de prensa convocada la tarde del jueves en Managua.
Washington ha adoptado medidas contra el régimen, que incluyen sanciones contra sus familiares, entre ellos la propia Murillo y varios de sus hijos, y contra funcionarios importantes del Gobierno.
El mandatario afirmó que fue su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, quien contactó con la Embajada de EE UU en Managua para plantearle que recibiera a los prisioneros. “No pensaba que hubiera una respuesta positiva”, comentó.
Ortega celebró que, tras la partida de los opositores políticos presos ahora en Nicaragua no quedan “golpistas”, “terroristas”, ni “mercenarios”.
“No queremos que quede ningún rastro de los mercenarios del imperio en nuestro país”, señaló.
Recordó que en diferentes ocasiones había planteado la expulsión de los presos a Estados Unidos como en 2021 cuando sugirió que «se los deberían de llevar para los Estados Unidos», porque, a su juicio, «dejaron de ser nicaragüenses, no tienen patria».
Tras la excarcelación de los detenidos, la mayoría sandinista del Congreso aprobó una reforma constitucional con carácter de urgencia con la que se despoja de su ciudadanía nicaragüense a los acusados de “traición a la patria”, el mismo delito que se le ha imputado a muchos opositores.
Redacción Caracas
