La jornada política – Los sucesos de Algeciras y el desliz de Núñez Feijóo

Alberto Núñez Feijóo

MADRID – Las palabras tienen un peso. Cada una de ellas, sin excepción. Los líderes políticos saben que las que emplean, en público o en privado, no pasan desapercibidas. Todo lo contrario. Es por eso por lo que las meditan, las escogen con sumo cuidado, y ponderan los efectos que, de ellas, podrían derivarse. Por la misma razón, la sociedad les exige mesura y claridad. Las que pronunciara el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en un coloquio en el Círculo Ecuestre de Barcelona, no fueron ni lo uno, ni lo otro. La indignación que han provocado ha sido la única reacción que era de esperarse.

Al referirse al ataque en el cual perdió la vida el sacristán de la Iglesia Nuestra Señora de la Palma de Algeciras, Núñez Feijóo afirmó que “el terrorismo islámico es un problema de toda la sociedad”. Añadió:

“Debemos actuar de forma unida y sabiendo que hay latente un problema porque hay personas que matan en nombre de un dios o una religión”

Y recalcó que “desde hace muchos siglos, no verá Usted a un católico matar en nombre de su religión y sus creencias. Hay otros que tienen algunos ciudadanos que sí lo hacen”. Más tarde, matizó, mas no corrigió, sus afirmaciones polémicas.

La de Núñez Feijóo fue la nota desafinada en un día en el cual, hecha la salvedad por Vox, todos han apelado a la convivencia y al respeto entre culturas religiosas. La misma portavoz del Partido Popular, Cuca Gamarra, había afirmado en Génova 13 que no había que “estigmatizar a un colectivo”. Y había subrayado que “el camino es combatir con toda la dureza a aquellos que cometen estos actos y que son integristas, pero respetando a aquellos que no lo son y que forman parte de nuestra sociedad”. Un concepto, esto, que Vox no comparte.

La formación de extrema derecha vinculaba inmediatamente la “inmigración ilegal” con el ataque. En un tuit escribía: “Unos les abre las puertas, otros los financian y el pueblo sufre. No podemos tolerar que el islamismo avance en nuestro suelo”.

De signo opuesto al mensaje de odio de la extrema derecha, era el llamado de Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, quien pedía que no se generalizase “hacia ningún colectivo ni étnico ni religioso”.

El desliz de Núñez Feijóo fue aprovechado por el Psoe. Su portavoz, Pilar Alegría, señalaba en un mensaje en las redes sociales que a veces “es mejor permanecer callado y parecer responsable que hablar así”.

El asesinato del sacristán, y la polémica desatada por declaraciones infelices, algunas, y malintencionadas, otras, no fue lo único noticioso del día, aun cuando sí lo más relevante por obvias razones. También llamó la atención el varapalo judicial que se ha llevado Rocío Monasterios. La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado la empresa de la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid por realizar una reforma ilegal a sabiendas de que estaba cometiendo una infracción.

El diario El País y la Cadena Ser, desde hace tres años, vienen denunciando irregularidad que involucran la empresa de la portavoz de Vox y la misma Rocío Monasterios. Habrá que ver cuáles repercusiones tendrá la resolución de la Audiencia Provincial de Madrid en las aspiraciones de Monasterios quien será nuevamente la candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

En lo económico cabe destacar los resultados arrojados en 2022 por el mercado laboral. De acuerdo con la Encuesta de Población Activa del Ine, España, a pesar de un cuarto trimestre nada positivo, cierra el año con 278 mil ocupados más. La población ocupada ha sido calculada en 20,5 millones de trabajadores. Es la mejor cifra desde el 2007. Por su parte, el desempleo afecta alrededor del 13 por ciento de la población económicamente activa. Decimos, supera nuevamente la barrera de los 3 millones.

A.T./Redacción Madrid

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