MADRID – Todavía en alta mar. La reunión de los miembros progresistas del Tribunal Constitucional concluyó sin acuerdos. Así las cosas, nada deja suponer que en el pleno no se hagan los nombres de dos magistrados progresistas. Decimos, el de María Luisa Balaguer y el de Cándido Conde-Pumpido. En consecuencia, la suerte de la presidencia del Tribunal Constitucional queda en manos de la progresista María Luisa Segoviano. De no haber sorpresas de última hora, será ella quien hará la diferencia.
Como de costumbre, la elección del presidente se hará por votación secreta. Y, sin embargo, en esta ocasión nada será secreto. De hecho, Balaguer y Conde-Pumpido, desde un principio, podrán contar con cinco votos cada uno. El primero, con el suyo y el de los cuatro magistrados conservadores. El otro, con el suyo y el de los cuatro magistrados progresistas. Por lo tanto, será María Luisa Segoviano quien decidirá hacia dónde se inclinará la balanza. Segoviano, a quienes le han preguntado, ha confesado que tenía dudas y no sabía aún por quién votará.
Los miembros del Tribunal Constitucional, en el pleno, también elegirán al vicepresidente. En este caso, la decisión parecería más simple. De hecho, una norma no escrita y, sin embargo, siempre respetada hasta ahora, establece que de ser progresista el presidente, la vicepresidencia se entregue a un conservador. O viceversa. Por ende, no habría duda sobre quien estaría llamado a desempeñar el cargo.
El Tribunal Constitucional debería comenzar a navegar en aguas relativamente tranquilas. No así la política. Y no lo hará a lo largo del año en curso. Las elecciones municipales y autonómicas, antes, y las generales, después, condicionarán las estrategias de los partidos. Y serán las responsables de las polémicas, los debates y las diatribas que protagonizarán los líderes de las distintas facciones.
Pablo Iglesias vuelve a remover las aguas con un llamado a la unidad con sabor a reproche. El exdirigente político, en el programa radial “Hora 25”, advirtió Sumar y Podemos de los peligros que encierran los desacuerdos y la fragmentación.
“Es una realidad demoscópica – observó -. De no ir unidos no habrá gobierno de coalición”
De la misma manera, indicó:
“Será difícil un buen resultado en las generales si va mal en las municipales y autonómicas”.
En su opinión, “la parrilla de salida para las generales” la determinarán las elecciones de mayo. Y razones no le falta.
El mensaje ha sido enviado. Se conoce el remitente. Y también el destinatario: Yolanda Díaz. La vicepresidenta ha sido muy clara. Sumar, su plataforma política en fase de creación, no participará en las municipales y autonómica. No lo hará por no estar lista. Es un detalle que no escapa a Iglesias quien, sin embargo, insiste en su apuesta: la unión entre fuerzas progresistas. Sabe que, al involucrar Sumar, el proyecto que impulsa Yolanda Díaz, está englobando indirectamente a otras fuerzas nacionales y territoriales. A saber, Izquierda Unida, Más Madrid y Compromís.
Mientras Iglesias llama a la unidad de la izquierda a la izquierda del Psoe, el líder del Partido Popular, Alberto Nuñez Feijó, vuelve a embestir al jefe de Gobierno, Pedro Sánchez. La ocasión, en esta oportunidad, la ofreció el Foro organizado por ABC. Feijóo ha acusado a Sánchez de haber “plagiado” las medidas propuestas por los populares para hacer frente a la crisis inflacionaria provocada por el conflicto en Ucrania. Y ha vuelto a condicionar su apoyo al paquete anticrisis presentado por el gobierno. Exige que la rebaja del Iva se aplique también a la carne, a los pescados y a las conservas.
“Si lo hace – aseguró –, votaremos sí”.
Acompañado por Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid; Alfonso Rueda, presidente de la Xunta; y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, Feijóo aseguró que los electores, en los comicios de diciembre, tendrán la oportunidad de escoger. Podrán votar “la mayoría moderada” o la “suma de las minorías radicales”.
Ajeno, mas solo en apariencia, al bullicio de la polémica política, el gobierno sigue trabajando a su ritmo. En el último Consejo de ministros aprobó la reforma a los incentivos a la contratación laboral, a través de la cual se diseña un nuevo marco para promover la contratación y el mantenimiento del empleo estable. La reforma favorece en especial a los colectivos que se consideran vulnerables. Es decir, a los parados de larga duración, a los jóvenes, a las mujeres y a las personas discapacitadas.
El Consejo de ministros también aprobó una prestación por desempleo diseñada expresamente para el sector de la cultura. Los artistas, y los demás trabajadores del sector, contarán con un “paro” de hasta 600 euros si demuestran haber cotizado 60 días mínimo en los últimos 18 meses. También podrán optar a este beneficio quienes han trabajado 6 meses en los últimos 6 años. De esta manera, los artistas ven satisfecha una vieja reivindicación.
A.T./Redacción Madrid
