ORLANDO – El expresidente Brasil Jair Bolsonaro confirmó su ingreso en un hospital de Orlando (Florida), por dolencias relacionadas con las heridas de un ataque con cuchillo que sufrió en 2018 durante un mitin político.
“Después de ser apuñalado en Juiz de Fora/MG, me sometí a 5 cirugías. Desde la última vez, dos veces tuve adherencias que me llevaron a otros procedimientos médicos”, indicó el exmandatario en Twitter y acompañó el mensaje con una foto de él en su cama en el centro AdventHealth de la localidad de Celebration, al sur de Orlando, Florida.
“En el día de ayer nueva adherencia y baja hospitalaria en Orlando/USA”, añadió.
Bolsonaro ha presentado problemas de salud derivadas del acuchillamiento, como obstrucciones, oclusiones o adherencias intestinales, por lo que ha sido reintervenido seis veces desde 2018.
Su hospitalización ocurre un día después de que miles de sus partidarios tomaran por asalto la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema de Brasil, en un evento que ha sido condenado por la comunidad internacional y que le ha ganado acusaciones en su contra por parte del nuevo presidente Luis Inacio Lula da Silva.
Bolsonaro se desmarcó de los asaltos de los simpatizantes radicales a las instituciones y criticó “las acusaciones, sin pruebas” vertidas por el actual jefe de Estado, que lo señaló de haber estimulado las protestas.
“A lo largo de mi mandato, siempre estuve dentro de las cuatro líneas de la Constitución y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y nuestra sagrada libertad”, enfatizó.
Bolsonaro no ha reconocido abiertamente su derrota en las elecciones de diciembre y salió de Brasil dos días antes de finalizar su mandato, el 31 de diciembre, rumbo a Estados Unidos, y evitó participar así de la toma de posesión del presidente Lula da Silva el primero de enero.
Este lunes, académicos, empresarios y líderes sociales manifestaron en Brasil para repudiar el asalto a las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema perpetrado el domingo por radicales bolsonaristas y que ha llevado a más de 1.200 detenciones.
De su lado, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) convocó para este miércoles una reunión extraordinaria en la que estudiará “los actos antidemocráticos contra las sedes de los tres poderes del Gobierno brasileño” ocurridos el domingo.
