NEW YORK – Un total de 16,5 millones de niños y adolescentes en América Latina y el Caribe necesitarán ayuda humanitaria en 2023, lo que requerirá desembolsos por 723 millones de dólares en asistencia, alertó este lunes la Unicef. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia señaló que aumento de los flujos migratorios, la violencia y los riesgos climáticos está impactando en la niñez y adolescencia de la región.
La organización recalcó que en los últimos años, América Latina y el Caribe “ha registrado una de las mayores crisis migratorias del mundo fuera de las zonas de conflicto”, recalcó y mencionó que casi 32.000 niños y adolescentes cruzaron a pie entre enero y octubre pasado la peligrosa selva del Darién, la frontera entre Colombia y Panamá, en su camino hacia Norteamérica.
El director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Youssouf Abdel-Jelil, dijo que durante el “peligroso” viaje migratorio, los niños y adolescentes afrontan riesgos porque no pueden desplazarse por vías seguras y están “expuestos a sufrir de desnutrición, enfermedades infecciosas, abusos, explotación y separación familiar”.
“Sencillamente, no podemos ignorar este empeoramiento de la crisis humanitaria en materia de derechos de la infancia que ahora afecta a todos los países de América Latina y el Caribe, ya sea en el país de origen, de tránsito o de destino”, declaró el funcionario.
Advirtió además que si no se proporcionan los fondos para una asistencia humanitaria “suficiente y urgente” a las familias migrantes y a las comunidades de acogida” no sólo se pone en peligro la seguridad y bienestar de millones de niños y jóvenes, sino que además “peligra la estabilidad y la paz en toda la región”.
Redacción Caracas
