MOSCA.- Este jueves continuó la evacuación de la población en la región ucraniana de Jersón, mientras el Kremlin lanzó nuevas advertencias a la Organización del Atlántico Norte (OTAN) sobre un posible conflicto directo.
“El flujo de armas de la Otan a Ucrania y las ayudas militares a Kiev acarcan a la alianza (atlántica) hacia la peligrosa línea de un conflicto militar directo con Rusia”, advirtió el ministerio del exterior ruso, reseñado por la agencia Tass.
En Ucrania, las autoridades prorrusas de Jersón prosiguieron con la evacuación de civiles que viven en los distritos de Berislav, Bilozerka, Snihurivka y Oleksandrivka en la provincia sureña y aseguraron que las líneas del frente son «inviolables», ante el avance ucraniano.
«Continúa la evacuación de la población civil de la margen derecha de la región de Jersón de la Federación Rusa», escribió el vicegobernador Kiril Stremoúsov, en su canal de Telegram.
Añadió que se trata de una medida para «salvar la vida» a los ciudadanos de la región y para “no interferir con los militares para que estos hagan su trabajo y protejan nuestro futuro pacífico”. Asimismo vaticinó que “toda esta historia terminará pronto con nuestra victoria”.
Stremoúsov aseguró que el Ejército ruso ha repelido los ataques ucranianos y “frustra de manera fiable cualquier intento de irrumpir en (la ciudad de) Jersón”.
A su vez, el líder local instalado por Rusia, Vladimir Saldo, dijo que todos los funcionarios de departamentos y ministerios nombrados por Moscú cruzarán el río Dnipro.
Previamente, Saldo había dicho que entre 50.000 y 60.000 civiles saldrían de cuatro pueblos en la orilla occidental del río en un “desplazamiento gradual y organizado”.
No está claro cuántos habitantes estaban siendo trasladados, pero la televisión rusa mostró a varias personas cerca del río.
De otro lado, un representante de la administración militar-civil de Nova Kajovka, Ruslán Agáiev, señaló en la televisión rusa que el Ejército ucraniano continúa atacando la planta hidroeléctrica de la localidad, en la orilla izquierda del río Dniéper, y cuya presa señala Rusia como uno de los objetivos de Kiev para «inundar» parte de la región de Jersón.
«Los bombardeos se suceden con más o menos intensidad todos los días», sostuvo.
«Por supuesto siempre hay un riesgo de destrucción porque no tiran precisamente piedras contra la planta, sino misiles HIMARS para destruir nuestra presa y provocar un desastre», afirmó.
Según los organismos de inteligencia británicos, las autoridades rusas tienen prevista una gran retirada de sus fuerzas militares al oeste del rio Dnipro, a través de un puente de guerra y ferrys para el trasporte de vehículos y equipos.
El miércoles, el general Serguéi Surovikin, encargado de las operaciones en Ucrania, reconoció en el canal Rossiya 24 que «la situación en la zona de la operación militar especial puede describirse como tensa», ya que «el enemigo no cesa en sus tentativas de atacar las posiciones de las fuerzas rusas».
