CARACAS – Este 1º de octubre el gobierno de Nicolás Maduro confirmó la liberación de los sobrinos de la primera Dama, Cilia Flores, a cambio de los siete estadounidenses detenidos en Venezuela. Los dos sobrinos de Maduro y su esposa estaban presos en Estados Unidos y fueron detenidos por narcotráfico, mientras que cinco de los estadounidenses detenidos en Venezuela se les vincula con Citgo.
El presidente de Estados Unidos indultó y permitió la liberación de Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, familiares del presidente venezolano, Nicolás Maduro, a cambio de 7 estadounidenses encarcelados en Venezuela. Los sobrinos de la pareja presidencial fueron condenados en diciembre de 2017 por la corte de Nueva York a cumplir 18 años de cárcel por narcotráfico. Mientras que los ciudadanos estadounidenses que incluye a 5 ejecutivos de la filial Citgo en EE.UU encarcelados de forma errónea en Venezuela, son Jorge Toledo, Tomeu Vadell, Alirio Zambrano, Jose Luis Zambrano, Jose Pereira, Matthew Heath, y Osman Khan.
Este cambalache de presos es la primera vez que se hace bajo el gobierno de Joe Biden y es producto de las conversaciones sostenidas desde el pasado 5 de marzo entre representantes del gobierno de los Estados Unidos y de Venezuela.
El argumento venezolano es que los “narcosobrinos” fueron apresados injustamente, y a cambio de su libertad, por razones humanitarias, el gobierno ha decidido la liberación del grupo de norteamericanos que estaban detenidos por la justicia, a fin de preservar la paz.
Ratifica al régimen criminal
Por su parte el presidente salvadoreño Nayib Bukele criticó el canje de prisioneros que negociaron Estados Unidos a cambio de siete prisioneros estadounidenses detenidos en Venezuela. Escribió a través de sus redes que la negociación entre Biden y Maduro era un acto de consentimiento en “el que perdona al lobo, sacrifica a las ovejas” y advirtió que en los países de la región “solo somos peones para las élites globales”, pues las causas son utilizadas y desechadas a conveniencia, ni siquiera dependiendo de lo que se haga o no.
Por su parte el gobierno interino de Venezuela repudió la decisión y señaló que este hecho es una muestra de que “en Venezuela opera un régimen criminal” y más que una amenaza para la seguridad de las personas de cualquier nacionalidad en el país, es un riesgo para la región y el hemisferio.
Redacción Caracas
