Gianinna Pavone “la mejor actriz” del Festival de Directores

CARACAS – Giannina Pavone, la ganadora como mejor actriz en el 7mo Festival de Jóvenes Directores que promueve el Trasnocho Cultural, asombró a la audiencia, colegas y jurado, por el gran trabajo que desempeñó en “Blackbird”, obra del escocés David Harrower, dirigida en esta oportunidad por Elisa Castillo.

Tras la costumbre de ver a la joven actriz en otro tipo de papeles, alejados del drama, pues en su experiencia viene de trabajar con teatro infantil, improvisación y piezas de un corte más ligero, verla asumir con tanta entrega el fuerte rol, es digno de merecer el reconocimiento que se le otorga en el concurso teatral venezolano.

La obra profunda y compleja, en la que se trata un tema poco convencional y que quizá se evita conversar, como es el abuso y acoso infantil, es justamente un llamado de alerta a la sociedad que advierte que, generalmente son conocidos y amigos de la familia, quienes suelen abusar de los menores, y éstos indefensos e invadidos de temor, prefieren ocultar la difícil situación y optan por callar.

La adaptación de la reconocida obra a cargo de la joven directora, requirió un difícil trabajo previo que llevó a investigar mucho sobre esta realidad y reflexionar sobre quién es el responsable del abuso de una niña, y eso fue lo que le movió la fibra a la actriz, quien confesó sentir al principio rechazo por el tema, pero luego se involucró a tal punto de querer ser la voz de muchas jóvenes y romper el silencio.

Esta ítalo venezolana hija de Gianni Pavone oriundo de Abruzzo y de madre venezolana, quien lleva en su ADN las tradiciones italianas de una buena educación en casas, reveló en entrevista para La Voce d´Italia, que “Blackbird” la puso en un posición muy vulnerable, y al ir descubriendo y averiguando, se ponen en evidencia la gran complicidad de personas involucradas cuando ocurren situaciones como la planteada en la obra, donde la familia y la policía saben lo que ocurre, pero nadie dice nada.

“En este caso hay una situación dura y cuando empecé a investigar sobre esta realidad no pude estar desconectada, me conmovió mucho el tema y decidí empaparme un poco de la mano de Elisa la directora, porque es un tema que a ella la sensibiliza mucho y por eso decidió hacerla conmigo, y desde el principio estuvimos muy alineadas” .

Dijo que fue difícil intentar entrar en la psiquis de un personaje como ese, y había días que luego de los ensayos quedaba muy movida por intentar entender al personaje y  cuestionarse si era capaz de asumir ese papel, pues significaba para ella un gran reto.

“Era complicado ponerme en los zapatos de un personaje como ese y no quería defraudar a la directora, pero a la vez sentía la voz de muchas niñas que han pasado por esto y nada más pensarlo, era muy difícil. Siento que es momento de empezar hablar del abuso sexual infantil, es incómodo, pero es necesario”.

“Es una obra llena de tabús y precisamente por eso, hay que hablar del tema, denunciarlo y pensar qué pasa con las niñas abusadas. Hay que escucharlas  y entender como sociedad, para ver qué podemos hacer para que eso no ocurra más, porque es algo que no está bien”, comentó realmente emocionada.

Gianinna con su voz suave y una fresca dulzura que semeja al personaje que encara en su reciente interpretación, enfatizó que todos somos responsables  de este tipo de hechos, por ello invita a estar alertas y hacer algo, porque los niños no van a poder defenderse, y son los adultos quienes pueden actuar y detener lo que sigue ocurriendo.

Madurez y experiencia

La también egresada de la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela, indicó que el texto de “Blackbird” llegó a sus manos en 2019, pero en noviembre 2021 se retoma el trabajo y con mucha calma y después de un trabajo de mesa, en enero comenzó el montaje y la directora desde un principio estuvo muy clara hacia donde quería llevar la obra y qué podía aportarle Pavone con su actuación.

La fuerza artística de Gianinna le viene de su paso por las aulas de la UCV y de su formación con agrupaciones como Nueva Era, Skena y Fábula, donde se mantuvo por mucho tiempo en obras infantiles, así como en teatro antropológico que le resultó muy interesante, y de sus clases con María Fernanda Ferro, por lo que tiene una combinación de corrientes bastantes mezcladas, por eso su versatilidad para hacer comedias.

“Por eso la gente se sorprendió con “Blackbird” porque hice un personaje muy duro y me conocen más por improvisación y comedia, pero puedo hacer todo y es importante como actriz, que reconozcan el trabajo porque eso estimula mucho”.

Sin duda la madurez profesional respaldada por una amplia experiencia, abrirá nuevos caminos a la joven de 30 años, quien de ahora en adelante, asumirá seguramente, papeles de otro nivel y será considerada como una de los talentos prometedores de las artes escénicas en Venezuela.

Italia en el corazón

Esta descendiente de italianos asegura mantener en casa, y bajo la batuta de la nonna, todas las tradiciones importantes, como la Pascua, que es hasta más importante que navidad, a las que se han habituado y crecido con ellas.

“Si yo tenía un ensayo y era un día de pascua, tenía que explicarle a la nonna mi ausencia, porque se ofendía si no llegaba a la mesa” reveló.

Señaló que hasta el dialecto le ha tocado aprender para poder entender a su abuela, cuya familia vive en Abruzzo y a quienes ha visitado en algunas ocasiones, sin embargo desea aprender bien el idioma y dominarlo mejor, a pesar que a su familia la entiende a la perfección.

“La primera vez que fui a Italia lloré mucho de la emoción porque a medida que iba viendo lugares, lo relacionaba con cuentos de toda mi familia, las anécdotas y las fotos, porque no era solo conocer los lugares, sino llenarlos de emocionalidad y además tenía el corazón muy sensible”.

“Ese amor por la tierra de mi familia de debe a la fuerte conexión de mi padre con su país y eso nos lo ha trasmitido en casa”.

Precisó que en su familia que siempre la ha apoyado en lo que hace, van a estar muy satisfechos por los logros de haber obtenido el importante reconocimiento.

Vale destacar que la puesta en escena que la llevó al triunfo con el papel de Una, junto a Humberto Ortiz como Ray, fue dirigida por Elisa Castillo con la asistencia de Camila Rodríguez y la producción general de Sthephanie Cardone Fulop, cuya reseña puede leerse en Blackbird

Letizia Buttarello / Redacción Caracas

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