CARACAS – En nombre de su país, el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, manifestó sus condolencias sobre la muerte de un bebé venezolano de nueve meses. Este falleció tras un impacto de bala por parte de la Guardia Costera de la isla que quería detener una lancha que se dirigía hacia la isla. Aseguró que conversó con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien prometió agilizar el proceso de presentación de credenciales para que el embajador trinitense, Edmud Dillon, pueda reunirse con los oficiales de alto rango de la Guardia Costera de su nación.
Indicó que luego de esa reunión se tendrá mejor comunicación y colaboración con el gobierno venezolano sobre migrantes, trata de personas, narcotráfico y tráfico ilegal de armas. Hasta los momentos, la administración de Nicolás Maduro no se ha pronunciado al respecto.
La Comisión de Justicia y Paz exigió al gobierno trinitario investigar lo sucedido y a respetar los derechos humanos de los venezolanos. Pidió a la comunidad internacional que brinde apoyo y resguardo necesario a las personas que estaban en la embarcación.
Redacción Caracas
