La reconversión es como un bypass gástrico

CARACAS – Muchos economistas coinciden en afirmar que la de Venezuela es la reconversión monetaria más traumática que país alguno haya puesto en marcha, desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

A pesar de haber vivido de cerca la experiencia hiperinflacionaria de los países del Cono Sur y la de Zimbawe, en 2008 el entonces presidente Hugo Chávez tomó el camino de eliminar ceros al cono monetario, pese a que funcionarios de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) le recomendaron desactivar esa operación por sus efectos en el alza de precios.

Su sucesor Nicolás Maduro ha recetado una dosis doble de esta medicina, que algunos economistas asemejan a un bypass gástrico. La moneda era obesa e inoperante. Al quitarle el sobrepeso de los ceros se hizo más maleable, pero el remedio trae consigo efectos indeseables.

El Banco Central de Venezuela (BCV) ha suprimido 14 ceros en los últimos 13 años.

Esta medida es consecuencia de una inflación descontrolada, por encima del 65.000 por ciento anual, y del cambio del dólar a más de 4 millones de bolívares.

El histórico se repite

Como la letra de un bolero, la historia vuelve a repetirse. Otros países latinoamericanos también recurrieron a este procedimiento. Argentina eliminó cuatro ceros a su moneda en 1983 y 1992 y Bolivia llegó a suprimir seis ceros en la década de los ochenta.

Y ni hablar de Alemania, en 1923; Hungría, 1946; Grecia, 1944; Yugoslavia, 1994 y Zimbabue (2008)

El economista Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, sostiene que el proceso era necesario, pero no detendrá el alza de los precios que se generará por efecto del redondeo. Para Oliveros, la reconversión no debe causar alarma porque se trata de un proceso “simétrico en el que los saldos se dividirán en un millón, tanto los ingresos como los pasivos. Todo queda en modo equivalente”.

El primer día ha sido caótico. La gente ingresaba a las páginas web de los bancos y no alcanzaba a ver el saldo de sus cuentas. El pánico se apoderó de algunos usuarios que colapsaron el sistema, mientras en Twitter el tema acaparó la atención de los internautas. Los puntos de venta no operaron normalmente y solo aquellas personas que poseían otras divisas pudieron hacer sus compras sin contratiempos.

Los nuevos billetes comenzarán a circular el 4 de octubre: serán de 100, 50, 20, 10 y 5 bolívares; y una moneda de 1 bolívar que entrarán en el circulante de manera simultánea con los del antiguo bolívar soberano. Las empresas de telecomunicaciones y otros servicios también pausaron su plataforma operativa debido a las adecuaciones debieron ejecutar.

Instituciones del Estado como el Seniat no prestaron servicio al público a lo que se sumó el Saime y las alcaldías.

Redacción Caracas

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