Encovi: la pobreza tocó techo

CARACAS – La Encuesta Nacional Condiciones de Vida (Encovi) arrojó resultados desalentadores. Desde 2014, año en que se constituyó el equipo técnico conformado por destacados profesionales de las tres más prestigiosas universidades del país, las investigaciones presentan una radiografía social cada vez más desoladora.

En la actualidad, tres de cada cuatro venezolanos viven en pobreza extrema, según determinó el estudio académico que añade datos como que 76,6% de los hogares sufre pobreza extrema, con ingresos no cubren sus necesidades alimenticias.

Entre las conclusiones más resaltantes, destaca el hecho de que la población es de 28,7 millones de habitantes después de verificar que más de cinco millones migraron en un éxodo iniciado en 2014.

“Llegamos a un techo de la pobreza”, dijo el sociólogo Luis Pedro España durante la presentación de la encuesta.

Fenómenos como la hiperinflación y la recesión que ya suma su octavo año consecutivo, acrecentaron la pobreza a 91,5%.

Las cifras no se compadecen con las ofrecidas por el gobierno. El presidente Nicolás Maduro aseveró en su más reciente mensaje a la nación que 17% de la población vivía en la pobreza en 2020, y solo 4%, en pobreza extrema.

El economista Pedro Palma dijo que la cifra de pobreza debe ser contrastada con la medición hecha en 2012, “cuando la bonanza petrolera comenzaba a declinar”.

En ese año la pobreza estaba en 32,6% y la extrema en 9,3%. “El empobrecimiento ha sido dramático”, destacó el académico venezolano.

Elite venezolana

Luis Pedro España esbozó algunos aspectos sociológicos para explicar un dato específico: 5,5% de la población vive por encima de la línea de pobreza.

El especialista advirtió que esta élite ha podido surfear la crisis debido a que sus ingresos han sido indexados a la inflación y a la depreciación del bolívar.

Más adelante, el coordinador y vocero de la Encovi destacó que la “crisis de movilidad” activada por las cuarentenas aplicadas en los últimos dos años y la falta de gasolina ante el colapso de la industria petrolera venezolana, ha impactado en el número de trabajadores activos.

“¿Por qué en Venezuela está dejando la gente de trabajar?”, se preguntó España y con la misma esbozó la respuesta, “porque los trabajadores percibieron que el costo del traslado a sus puestos de trabajo es superior a la remuneración”.

El salario mínimo mensual, complementado por un bono de alimentación obligatorio, apenas sobrepasa el equivalente a dos dólares mensuales, insuficientes para cubrir, si quiera, el transporte. Este valor se ha debilitado tanto que ya ha dejado de ser referencia en el sector privado, donde el ingreso promedio es de unos 50 dólares, según estimaciones empresariales.

Las estadísticas corroboraron que 86,5% de los hogares recibe ayudas gubernamentales y 20% se favorecen con remesas de familiares en el extranjero.

Redacción Caracas

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