Raffalli: “Hay niños con desnutrición aguda en el país”

CARACAS – La nutricionista y asesora de Cáritas Venezuela, Susana Raffalli, dijo que la situación humanitaria compleja por la que atraviesa el país se ha agravado en los últimos meses, haciendo hincapié en el colapso de los servicios públicos y del sistema público de salud.

Rafalli recalcó que la falta de agua segura y la escasez de gas para cocinar está limitando cada vez más las posibilidades dela población en tener una vida digna, que se agrava con el deterioro del sistema sanitario venezolano al no tener en los centros de salud públicos insumos, medicinas y otros enseres que permitan a la ciudadanía poder combatir y superar una enfermedad.

Alertó que “entre 12 y 13 niños de cada 100 en una parroquia tienen desnutrición aguda grave. Esto satura los posibles servicios de atención y conducen a estos niños a sufrir enfermedades mucho más graves e incluso a morir”.

Comentó que también hay dificultades para la inmunización en el país contra el coronavirus y que a pesar de que se observa cierto dinamismo de la economía por el uso del dólar, las personas no tienen capacidad de compra.

Destacó que el servicio humanitario en Venezuela está amenazado por diferentes factores como lo es la falta de vacunación para el personal que trabaja en el campo, ya sea por la indiferencia de las autoridades del país o de la misma comunidad internacional, lo que los deja expuestos a contagiarse por la covid-19 y a los fallecimientos.

También la falta de gasolina, la pérdida de la capacidad de la moneda nacional para las compras, la inseguridad y la burocracia del Estado para permitirles trabajar, son también elementos que hace muy difícil el trabajo humanitario en Venezuela para atender a los más vulnerables.

A su juicio, es necesario fortalecer las capacidades como tejido y como organizaciones, al igual que la elaboración de planes de contingencia y anticiparse a la profundización de la crisis, con el objetivo de poder hacer su trabajo más efectivo y tener las cuentas claras.

También cuestionó que, aunque se han fortalecido esas capacidades de la acción humanitaria desde el arribo de la cooperación internacional desde el 2014 al país, no se han orientado los esfuerzos “a eliminar el origen del daño”.

En ese sentido, considera, la cooperación internacional no ha atendido la parte medular. Muchas veces argumentan que “la acción humanitaria no es para eso, que es solo para salvar vidas y que el trabajo no es salvar la institucionalidad y las razones del sufrimiento de un país”.

Redacción Caracas.

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