CARACAS – Se supo que el lamentable incendio ocurrido la noche del miércoles en la Universidad Central de Venezuela (UCV) se propagó por la falta de agua para combatirlo, lo que complicó el trabajo de los bomberos, denunciaron dirigentes estudiantiles de la casa de estudios.
Advirtieron que los bomberos sin agua, recursos y el carro bomba dañado, resultaron siendo los héroes que salvaron el recinto, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Dirigentes estudiantiles y autoridades académicas dijeron que la ausencia de agua en las instalaciones de la UCV, en Caracas, complicó el trabajo de los cuerpos de emergencia. «Una vez más la universidad se ve arropada por la tragedia, bomberos en el sitio, pero sin servicio de agua para apagar el fuego», publicó en Twitter
David Sosa, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la UCV aseguró que la ciudad universitaria, al igual que el resto de Caracas, está afectada por la falta de agua, pero pudieron resolver, agregó Miguel Alonso, secretario del consejo de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, ya que las llamas lograron controlarse con el agua de camiones cisternas enviados por gobiernos locales.
Luego del incendio no se han reportados víctimas, sólo pérdidas y lamentables daños en la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos y en la vecina Escuela de Bioanálisis, comentó la rectora Cecilia García Arocha, y agregó que se quemó totalmente la sala de lectura de la Escuela de Estudios Políticos.
El incendio se generó por «un cortocircuito ocasionado por los robos que hemos denunciado múltiples veces (…). Cuando se roban los cables para sacar el cobre, los empatan mal, ocasionando un corto», aseguró Sebastián Horesok, vocero estudiantil en la Escuela de Estudios Políticos.
300 años
La UCV que celebra este año sus 300 años de fundada este año está pasando su peor momento, pues están hundida en un déficits presupuestarios que la ha llevado a una quiebra y deterioro, iniciado por las diferencias entre las autoridades y el gobierno chavista.
Sin presupuesto, sin profesores, con bajos salarios, delincuencia, robos frecuentes a instalaciones y a la comunidad estudiantil, la han llevado a una profunda crisis que afecta a miles de estudiantes y al país, el cual pierde la oportunidad de seguir formando profesionales de lo que fue una de las más prestigiosas y reconocidas universidades de América Latina.
Ya el año pasado se vio afectada por el derrumbe del techo de hormigón de un corredor de unos 300 metros frente a “Tierra de Nadie” que se desplomó por falta de mantenimiento de la gran obra del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, incluida por la Unesco en la lista de patrimonio en 2001, donde más de cien obras de arte están regadas por la llamada “Ciudad Universitaria”.
Redacción Caracas
