CARACAS – El presidente ejecutivo de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Autopartes (Favenpa), Omar Bautista, señaló que la demanda extranjera y lo poco que se produce en repuestos en el país para abastecer al mercado nacional son las válvulas de oxígeno del sector que ahora trabaja al mínimo de su capacidad.
Para el cierre de 2021, la industria nacional tiene como meta contemplar 7.000.000 de dólares en exportaciones.
“Proyectamos una mejora en las exportaciones y la meta de este año es llegar a los 7 millones de dólares. Es una buena cifra, pero lejos de los niveles que teníamos hace tiempo. Nosotros llegamos a hacer exportaciones por 260 millones de dólares”, detalló Bautista.
Añadió que estas exportaciones superan al doble lo alcanzado en 2019 y 2020, que sólo se obtuvo 3,4 millones de dólares en exportaciones.
Señaló que Colombia, Argentina, Brasil y Estados Unidos, son los principales países en los que se vende está producción nacional de autopartes.
Bautista afirmó que aunque la demanda no es muy alta, la industria venezolana logró hacerse espacios de mercados para vender, especialmente baterías, pistones de aluminio, radiadores, ballestas y filtros de aire y aceite.
La industria de autopartes aseguró su producción y ve un mejor futuro en comparación con el año pasado, pese a que operan con ciertas limitaciones por el esquema 7+7 decretado por el Gobierno Nacional.
El sector también tiene el reto de hacer un nicho de mercado fuera de Venezuela sin el respaldo de algunas empresas multinacionales que estaban en el país anteriormente y que ayudaban a generar clientes. Antes de 2007 la industria contaba con el acero nacional, además es una de las materias primas base de sus productos.
Consideran que la exportación de autopartes con el sello “Hecho en Venezuela”, es muy positivo, aunque la industria todavía no entrevé un cambio para retomar el ensamblaje de vehículos nuevos en el país y les preocupa que tampoco se impida la importación de autopartes sin el pago de impuestos correspondiente.
“Le hemos planteado al sector oficial que estas importaciones generan una competencia desleal a la industria y al empleo productivo”, señaló.
“Calculamos que las compras de las ensambladoras sean cero para este año, porque no creemos que vaya a existir una mejora durante lo que resta del mismo. Las ensambladoras son quienes nos hacían las mayores compras. Ahora las empresas de autopartes no producen para tener inventarios, sino que se trabaja en función de la demanda. No hay para dejar productos almacenados”, explicó Bautista.
Por su parte, el economista Enrique González, en una publicación del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice) manifestó que el sector automotriz tiene una primera barrera en el “depauperado poder de compra del bolívar, así como de sueldos y salarios producto del proceso hiperinflacionario”.
Redacción Madrid
