CARACAS – Tanto la iglesia venezolana como la colombiana expresaron su preocupación por la situación que han tenido que sufrir los ciudadanos de ambos países debido a los combates ocurridos en la zona fronteriza con Apure, que ha provocado el desplazamiento de un significativo número de personas.
Mediante un comunicado, los obispos de ambas naciones expresaron su preocupación por los recientes acontecimientos que “además de poner en peligro la paz y la convivencia ciudadana, se hace sentir en la población más vulnerable”.
De acuerdo con el documento emitido por la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), afirman que el conflicto en la frontera pone en peligro la paz de ambas naciones y desestabiliza la convivencia ciudadana.
Los representantes de la iglesia hacen un llamado urgente a las autoridades de estos países para que se busquen soluciones de fondo “eficaces, dialogadas y concertadas”, frente al conflicto que se vive a lo largo de la frontera, siempre anteponiendo a cualquier otro interés el respeto de la dignidad humana y de los derechos.
Asimismo, expresan su solidaridad, cercanía, y acompañamiento a la población que se han visto obligada a que cruzar la frontera hacia territorio colombiano y convocan a las autoridades competentes para que se faciliten las condiciones que permitan a las personas permanecer en su territorio o regresar a él.
“Con sentido de comunión eclesial, ratificamos nuestra solidaridad con las diócesis de Arauca y Guasdualito. Sus obispos, unidos a sus presbíteros, religiosos, laicos y grupos de pastoral social están dando un decidido testimonio de fraternidad, acompañamiento, defensa y dignificación de quienes más sufren por esta situación que viven en sus territorios”.
También, agradecen las muestras de afecto y ayuda humanitaria que organismos nacionales e internacionales, así como personas naturales, comunidades católicas y de otras confesiones religiosas ofrecen a los migrantes venezolanos y desplazados.
“Resaltamos las manifestaciones cotidianas de solidaridad que se dan entre nuestros pueblos y que son testimonio de los vínculos estrechos que nos han unido a lo largo de toda nuestra historia”.
Finalmente, solicitan a la comunidad internacional que mantengan los esfuerzos de articular acciones que beneficien a las poblaciones migrantes y desplazadas.
