CARACAS – El gobierno de Nicolás Maduro rechazó el informe de Human Rights Watch (HRW) y que envió a organismos internacionales, denunciando que las fuerzas de seguridad del Estado venezolano ejecutaron acciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y torturas contra la población del estado Apure.
El canciller, Jorge Arreaza, tildó el documento como “infame” y que supuestamente nuevamente “busca” aumentar la presión intervencionista contra Venezuela. Insistió que la posición de HRW se genera por la “imposibilidad” de derrocar a Maduro.
Señaló a la ONG, como “agresora” contra su país y de coordinar, acciones mediáticas. Además, insistió que esta campaña coincide con la confesión de miembros de la oposición golpista que, desde Estados Unidos, han aceptado que se desarrolla una guerra híbrida contra Venezuela con el fin generar caos y violencia”.
Este lunes, HRW, se pronunció acerca de la situación que vivió el estado, Apure en Venezuela. Esta región, semanas atrás registró enfrentamientos entre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y grupos paramilitares. En estos operativos fallecieron cuatro campesinos venezolanos.
El director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, indicó que las “atrocidades” cometidas contra los apureños no son incidentes aislados de agentes insubordinados, sino que son “consistentes” con abusos sistemáticos de las fuerzas de seguridad.
La ONG destacó que muchos de los detenidos eran inocentes y pertenecían a la población local y no eran miembros de grupos armados. Señaló que los responsables de estos hechos son: la FANB; las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) de la Policía Nacional Bolivariana; la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y al Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas).
Redacción Caracas
