CARACAS – La ONG Sociedad Venezolana de Salud Pública, aseguró que Venezuela ocupa el primer lugar en casos de paludismo en la región, según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2018 a 2020.
De acuerdo a ese registro, hubo más de 400.000 casos en 2019, más de la mitad de los contagios sumados por Brasil, Perú y Colombia juntos.
José Félix Oletta, ministro de Salud entre 1997 y 1999, alertó que la malaria “se ha mudado de la selva a las ciudades” por el “abandono” de programas antimaláricos en los últimos 20 años.
“Esto ha permitido el retorno de uno de los jinetes del Apocalipsis de la salud Venezuela”, acusa Oletta, alertando que el paludismo es “un problema de Estado” que ha sido “subestimado”.
Muchos enfermos, destaca Oletta, vienen de las regiones mineras del sur, un epicentro de la enfermedad, donde se ha expandido la minería ilegal.
Según señala France 24, Venezuela tenía para 2019 unos 400 focos activos en 17 de sus 24 estados, y acumulaba entonces 73% de las muertes por esta afección en el continente, señala Oletta. Para 2010, la mortalidad era de 3,9%.
En la actualidad, la pandemia de covid-19 empeora el cuadro, pues acapara los recursos humanos y financieros disponibles y los confinamientos reducen la capacidad de hacer diagnósticos y viajar a las regiones más afectadas, añade el experto.
Venezuela fue el primer país en erradicar el paludismo en 1961, pero ha visto en la última década una alarmante explosión de esta enfermedad transmitida por el mosquito anopheles.
“Hay personas a las que le ha dado entre 15 y 20 veces paludismo”, destaca Leonardo Vargas, activista comunal un sector de la ciudad de Barcelona, estado Anzoátegui, que participa en una jornada de búsqueda de casos organizada por la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y autoridades locales.
Esta enfermedad, que castigó a Venezuela hasta entrado el siglo XIX, había quedado restringido a recónditas zonas selváticas gracias a una política sanitaria liderada por el médico venezolano Arnoldo Gabaldón.
Redacción Caracas
