CARACAS – El vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, Manuel Enrique Figuera, informó que los centros de salud públicos y privados del país tienen más de cuatro semanas sin hacerle pruebas del COVID-19 a los pacientes hospitalizados. Denunció que muchos venezolanos fallecen sin hacerse el test. Al punto que la morgue de Bello Monte en Caracas está saturada.
Aseguró que en esta situación no hay “voluntad en las autoridades” de contabilizar los casos “como son”. Señaló que esto genera una “falsa impresión de que el problema no es tan severo como realmente lo está siendo”.
“Se ha calculado que más de 400 profesionales de la salud han fallecido. En las últimas semanas de marzo, más de 30 profesionales de la salud han fallecido y no entraron dentro de las estadísticas oficiales”, expresó el experto.
Figuera indicó que el coronavirus está resultado ser una infección prevenible con vacunas. Pero que, en Venezuela, las autoridades siguen bloqueando, por razones no científicas, la vacuna de la farmacéutica, AstraZeneca.
“Es mucho mejor la protección de la vacuna, a la posibilidad de un evento que puede ocurrir en 1 de 500.000 personas vacunadas», resaltó el especialista.N ha habido voluntad de las autoridades para que las vacunas lleguen a Venezuela. Tenemos una mesa de Covax y tenemos 5 semanas que no nos reunimos”, destacó el vicepresidente.
Redacción Caracas
