CARACAS – El líder opositor Leopoldo López alertó a la comunidad internacional de las torturas por parte del gobierno de Nicolás Maduro contra los presos políticos y alegó que cada hecho de violación de DDHH recibirá justicia.
Tras dar a conocer las torturas que ha recibido el Capitán de Navío, Luis De La Sotta, detenido y torturado por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y a quien se le ha negado atención médica, López advirtió de la violación sistemática y constante de los DDHH contra los presos políticos; recordando que han sido documentados por la ONU.
“El Capitán de Navío, Luis De La Sotta, como fue documentado por la ONU, ha sido golpeado con palos y asfixiado con bolsas de plástico llenas de gas lacrimógeno. Cada trato cruel e inhumano, cada desaparición forzosa, cada asesinato, cada detención arbitraria recibirá justicia!” escribió López en su cuenta de Twitter.
La esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori difundió un video en Junio de 2017 de su esposo, quien en ese entonces se encontraba detenido en Ramo Verde; donde se puede apreciar cómo el líder opositor, desde la ventana de su celda, gritaba que era torturado y le pedía a su esposa que hiciera público el hecho.
A pesar de las denuncias hechas por la violación de DDHH a López, el diario Últimas Noticias había divulgado en 2017 fotos “exclusivas” donde se veía cómo López recibía atención médica y era atendido, reseñó en su momento el periódico.
El 27 de septiembre de 2019, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas estableció una Misión Internacional Independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela, desde la fecha, han recopilado información sobre la violación de DDHH humanos en el país de parte de la administración de Nicolás Maduro.
Un año después, la ONU presentó un contundente informe que concluía que en Venezuela se violaban los DDHH, por lo que la organización hizo un llamado a la justicia internacional y la Corte Penal Internacional para garantizar justicia ante los hechos recabados, reseñó Amnistía Internacional.
