CARACAS – Desde 2006, Venezuela no compraba mercancía a Irán, y a junio de este año las empresas importaron más de 2.000 toneladas de comida y medicinas, de acuerdo a registros portuarios de Import Genius, una firma de asesoría que reúne registros aduaneros para la industria de importación y exportación.
A pesar de que Irak es una nación con la que no se tenía nexo comercial desde hace una década, un grupo de ganaderos realizó dos veces ventas de carne en 2020. Esa operación contó con la colaboración del gobierno, dijo una fuente del sector agrícola a la agencia Reuters.
Asimismo, productores exportaron a Malasia, India, Filipinas, Turquía, Emiratos Árabes, y por primera vez, 10.700 toneladas de frijoles chinos. Otro grupo de empresarios vendió hasta junio 12.000 toneladas de camarones en mercados en Asia, seis veces más de lo que despachó a esa región en el mismo período de 2019.
La administración de Nicolás Maduro comenzó a promover en Venezuela que sean los empresarios quienes exporten e importen desde países de Asia y Oriente Medio, como una mejor forma para evadir las sanciones estadounidenses al reducir el protagonismo de organismos públicos en el intercambio internacional, dijeron cuatro fuentes conocedoras de las conversaciones.
El programa que está operativo ha conseguido ampliar las relaciones comerciales con países como Turquía e Irán, aliados del gobierno de Maduro, que han enviado alimentos, medicinas y combustible a Venezuela a cambio de oro. Y también ha permitido a empresarios venezolanos vender productos en Irak, Malasia, India o Emiratos Árabes este año, indican datos portuarios.
La recién nombrada ministra de Finanzas, Delcy Rodríguez, llevaba cerca de un año adelantando la estrategia de abrir mercados para sortear un amplio paquete de sanciones, señalaron las fuentes, lo que allanó el camino para que empresas privadas exporten mangos a Irán o importen pasta de Turquía.
Rodríguez creó el viceministerio de comercio exterior apenas asumió el cargo en septiembre, para fijar las líneas de trabajo y meses antes había enviado colaboradores del mundo diplomático y abogados internacionales a países de Asia y Oriente Medio para promocionar la idea, de acuerdo a una revisión de decretos y documentos oficiales.
Conducir el comercio mediante empresas privadas venezolanas hace que los negocios sean más atractivos para los socios extranjeros porque enfrentan un riesgo menor de violar las sanciones que al pactar directamente con el gobierno, dijeron las fuentes. Las empresas locales que exportan frutas o frijoles también encuentran menos trabas al mover los negocios más allá de América o Europa, agregaron.
Pese a que el volumen total de comercio sigue siendo bajo, es una muestra del esfuerzo del gobierno de esquivar las sanciones, mientras esperan por la nueva administración de Biden, que ha dado pocas señales de preparar otras medidas contra Maduro.
Rodríguez, junto a asesores especialistas en diplomacia, ha estado participando en foros virtuales y encuentros con empresas locales y extranjeras para discutir el comercio exterior, según fuentes consultadas y documentos públicos.
