Pdvsa y Eni esperan orden de EEUU para transferir crudo del Nabarima

CARACAS – El procedimiento que iba a realizar la empresa italiana Eni para drenar la carga del barco de almacenamiento Nabarima, considerado un riesgo ambiental en potencia, se ha retrasado durante semanas a consecuencia de las inquietudes que existen sobre las sanciones de Estados Unidos a Venezuela, informó Argus Media.

La unidad flotante de almacenamiento y descarga (FSO) de Nabarima, con bandera venezolana, había sido incluida en la lista de sancionados en agosto, y los trabajadores informaron inundaciones dentro y fuera del barco. A principios de septiembre, Eni dijo que la embarcación se había estabilizado y se había resuelto una fuga de agua.

El buque, que transporta a una capacidad de hasta 1,3 millones de barriles de crudo, ha estado amarrado en el campo costa afuera de Corocoro, en el Golfo de Paria, durante 10 años.

El campo pertenece a PetroSucre, una empresa conjunta operada por Pdvsa y sobre la que Eni tiene una participación minoritaria del 26%.

“En las últimas semanas hemos presentado una propuesta técnica de vanguardia a PDVSA”, dijo Eni a Argus. La empresa manifestó que en el marco de un “diálogo constante y cooperativo” con el Departamento de Estado de Estados Unidos y la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que administra las sanciones, se encuentra a la espera de autorización para llevar a cabo la operación.

“Hemos pedido luz verde para proceder, a fin de evitar cualquier riesgo de sanciones. Hay una respuesta pendiente, dijo Eni.

En un comunicado del 5 de septiembre, PetroSucre dijo que el barco no representaba ningún riesgo ambiental y consideró la información sobre su falta de integridad estructural como “noticias falsas” destinadas a justificar las sanciones de Estados Unidos. Desde entonces, ni Pdvsa ni el gobierno venezolano se ha pronunciado.

Queda por aclarar si una transferencia de barco a barco requeriría una exención específica de la OFAC o garantías explícitas de que la operación, realizada por motivos de seguridad y medioambientales, no violaría el régimen de sanciones de EE.UU. Tampoco está claro si la italiana Eni conservaría la propiedad del petróleo para poder usarlo o venderlo, y cómo se pagaría a PetroSucre.

Inspección a la vista

Por su parte, Trinidad y Tobago, dice que está esperando que Venezuela permita que sus inspectores suban al barco. La inspección que esperaban realizar antes de finalizar septiembre, se ha retrasado “hasta una fecha de fines de octubre” que aún no se ha acordado con el gobierno de Nicolás maduro, dijo el Ministerio de Energía a Argus.

El objetivo de la inspección es asegurar que las aguas de Trinidad no estén en peligro de un derrame de petróleo importante, dijo el ministerio.

El ministerio agregó que la demora no es resultado de las sanciones de EE.UU., porque la inspección no representaría una violación de cumplimiento de las mismas.

El gobierno de Trinidad tiene un plan bilateral de contingencia ante derrames de petróleo con Venezuela.

En ese sentido, los grupos ecologistas locales manifiestan que temen un derrame de petróleo catastrófico. “Cincuenta y seis días después de que surgieron los informes de este desastre, nuestro gobierno sigue esforzándose por abordar esta potencial catástrofe ambiental”, dice Fishermen and Friends of the Sea, un grupo ambientalista de Trinidad.

“El público no ha recibido ninguna garantía concreta de los funcionarios del gobierno de Venezuela de que el Nabarima sea ​​estable y seguro”.

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