CARACAS – El primer vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), Celso Fantinel destacó que además de “librar una dura batalla” contra el covid-19, desde hace 5 años se lidia contra la escasez de agroinsumos y de gasolina lo que dificulta el trabajo de los productores en el país.
Deploró que el problema de las alcabalas para controlar los traslados debido a la pandemia ha hecho que “se encarezca el precio al consumidor final”.
“Los productores cuando analizamos los precios la mayoría de las veces es hasta menos de un tercio de lo que se consigue en los mercados a cielo abierto y en supermercados debido al tema de las alcabalas, nos dicen los ferieros y los intermediarios porque les bajan mercancía y les piden dinero”, subrayó.
Destacó que las fallas en el suministro de diésel se han incrementado en la mayoría de las zonas productoras. “Tenemos productores en colas entre 7 y 15 días (…) También en las estaciones de precios internacionales y restringido a 30 litros, es imposible mantener una normalidad”.
Señaló que otro problema que afecta a los productores e impacta en el precio es el contrabando por las trochas (caminos ilegales) de productos agrícolas como papa y cebolla proveniente de Colombia “que está afectando a nuestros productores”.
“Entran entre 4 mil o 8 mil sacos de papas semanales y 6 mil de cebollas al igual que entran alimentos terminados de Brasil de contrabando, lo consigue en el oriente del país como arroz, pasta, aceites, margarinas y otros”, detalló.
Fantinel especificó que todo este contexto aumenta entre 4 y 5 veces los productos y “ahí es donde el gobierno debería ayudar y ocuparse de las alcabalas”.
“Nos hemos cansado ante la ZODI de hacer denuncias que nos llegan de los productores porque nosotros si queremos brindarle a los venezolanos alimentos más baratos, aunque sabemos que la situación no es fácil”, concluyó.
Potencial desaprovechado
Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), considera que en el campo está la solución de los problemas económicos de Venezuela. “Tenemos un potencial enorme que explotar y está en el campo”.
Sin embargo, lamentó las deplorables condiciones de los trabajadores rurales debido a la precariedad salarial. “Hoy a los venezolanos no les alcanzan para comer, mantenerse fuerte y estar vestido”.
Igualmente, deploró la situación económica que padecen los productores agropecuarios debido a las estructuras de costos “no dan para cumplir todos los compromisos para saciar sus necesidades”.
“Teníamos 17 millones de cabezas de animales y hoy estamos alrededor de 9 millones de cabezas, quiere decir que cada día tenemos que vender más animales para poder cumplir con los trabajadores, familias y proveedores que cada día hay menos en Venezuela”, subrayó.
Destacó las dificultades que afrontan los productores para desarrollar su actividad económica debido al mal funcionamiento de los servicios públicos y la inseguridad. “Es una tarea muy fuerte que está transmitiendo el mensaje de que tiene una responsabilidad con Venezuela, las familias y los consumidores”.
Alertó que “todavía se puede descender más y estar en peores condiciones”, pero considera posible “engrandecer de nuevo los campos del país porque se puede hacer”.
