Agroindustria y agroproductores demandan soluciones para evitar escasez

CARACAS – La Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) señala que exigir la venta de productos a precios que no han sido acordados con las empresas, es un riego que empuja el desabastecimiento, la escasez y podría generar la quiebra de algunas empresas.

La institución alerta además que la situación incidirá sobre la población, pues los consumidores serán los primeros afectados de no definirse las condiciones requeridas por las industrias.

A través de un comunicado, la Cámara recuerda el trabajo incansable durante estos meses de cuarentena para seguir abasteciendo a los venezolanos y aunque no ha sido fácil, las empresas han hecho su máximo esfuerzo y compromiso para asegurarle los alimentos a la población.

Sin embargo, algunas compañías afirman no haber acordado precios con el gobierno, pero si estar entre la lista de los supervisados, lo que está afectando las operaciones, capacidad de producir y abastecimiento del mercado.

Muchas empresas han asumido una política de precios responsable, que considera determinantes en los costos de producción y que fluctúan según la inflación y  tipo de cambio, así como para reponer las materias e insumos y lograr mantener abastecido el mercado, por lo que exigirle precios controlados, es una manera de poner en riesgo su producción.

Cavidea hace un llamado a dejar que las empresas sigan su rumbo bajo ciertas condiciones, de manera de poder seguir contribuyendo con el país y dándole alternativas a los consumidores para elegir libremente lo que desean y dejar a un lado la incertidumbre de no conseguir lo que buscan, y seguir distorsionado al mercado y la economía.

Parados por combustible

Po su parte la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) también hace un llamado a considera su situación, pues el sector está severamente afectados por no poder distribuir los productos por la falta de combustible.

Los ganaderos apenas reciben 4% de la gasolina que necesitan, lo que complica a los productores en las situaciones actuales, pues la demanda semanal mínima de cada productor es de 70 litros de gasolina y 400 litros de gasoil (diésel), para atender a las unidades de producción y poder abastecer con carne, leche y queso al mercado nacional.

Para garantizar el mínimo funcionamiento del sector, se necesitan 5.400.000 litros de combustible semanales, indicó Armando Chacín, presidente de Fedenaga. Y reiteró el llamado al Ejecutivo para que les contribuyan conjuntamente con las asociaciones de productores, a suplirse de combustible y evitar problemas de abastecimiento para los venezolanos.

 

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