CARACAS – Expertos en el tema de electricidad advierten la grave situación del sistema eléctrico venezolano, el cual sigue empeorando cada día debido a la falta de mantenimiento y corrupción en todo el proceso.
Los técnicos del Plan País señalan el colapso del servicio eléctrico, afecta directamente al suministro de agua y repercute en el bombeo, plantas de tratamiento, sistemas de distribución), además que afecta el funcionamiento de los centros de salud, las telecomunicaciones, las industrias y procesos de producción, refrigeración, el Metro y al país en general.
Aunque toda Venezuela se ha visto afectada, Zulia, Táchira, Mérida y Trujillo han sido los estados más perjudicados pues no cuentan con suficientes plantas de generación operativas y tampoco tiene gas natural ni diésel, y apenas están interconectados al sistema nacional que lleva la energía desde Guayana.
A pesar de haber bajado la demanda por la cuarentena, siguen los racionamientos en el interior del territorio y persisten los apagones, lo que demuestra que la baja capacidad del sistema y la insuficiencia para suministrar el servicio para todo el país.
Igualmente, manifiestan la preocupación por la falta de mantenimiento a las infraestructuras y plantas de generación térmica e hidroeléctricas, líneas de trasmisión, subestaciones y sistemas de distribución, pues son constantes las interrupciones deliberadas por parte de Corpoelec; las fallas de duración variable, averías; bajones de voltaje y de frecuencia, todo consecuencias de la corrupción y de la falta de servicio.
En consecuencia la mesa técnica del Plan País reitera la poca capacidad del gobierno y falta de recursos financieros para solventar el problema, no sólo eléctrico, sino de todos los servicios en general que desmejoran cada día más la calidad de vida de los venezolanos.
Plan de acción
Ante la etapa de emergencia, proponen en primer lugar recuperar la capacidad de generación térmica instalada para Zulia, Táchira, Mérida y Trujillo, Lara y Falcón; y recuperar el sistema nacional interconectados, pues son dos prioridades que al atenderlas se percibirán notables e inmediatas mejoras.
Aseguran que para iniciar el Plan Nacional de Recuperación debe contarse con apoyo técnico y financiero internacional, así como contar con un marco legal para reordenar el sector eléctrico con la participación del sector privado e incorporación de nuevas tecnologías en generación y transmisión.
Otras de las iniciativas son un plan de inversión para recuperar algunas de las unidades de GURI, Macagua y Caruachi; modernizar los sistemas de transmisión en el occidente y los Andes; recuperación de los sistemas de distribución.
