CARACAS – La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió mediante su plan contra el Covid-19, que elementos como los pasos irregulares en las fronteras, escasez de insumos, fallas en los servicios públicos, el retorno de migrantes, entre otros, podrían aumentar los contagios en Venezuela.
De acuerdo al plan, Venezuela está transitando de la fase 3 a la 4, “con los últimos casos reportados probablemente autóctonos y productos de transmisión comunitaria”.
Los datos además corroboran el aumento de casos en países vecinos como Brasil y Colombia, “con largas fronteras con Venezuela en la cual personas siguen cruzando por pasos irregulares”.
En lo que se refiere al sistema de salud, advierten que hay una capacitación reducida “en el uso de los equipos. A esto se le suman las fallas en los servicios públicos básicos, agua y saneamiento; y los insuficientes recursos para atender emergencias”.
Señalan un alto nivel de vulnerabilidad económica en la población, lo que obliga a muchas familias a salir a la calle buscar alimento a través de la informalidad y romper la cuarentena decretada.
De igual forma hicieron un llamado quienes trabajan en minería en el estado Bolívar y Amazonas, “ya que es una zona endémica de malaria y dengue, donde podría facilitarse la rápida propagación de la Covid-19”.
Alertan sobre la alta movilidad de personas, particularmente hacia ciudades que tienen mejor acceso a bienes y servicios y en las zonas fronterizas, ya que aumentan el riesgo de exposición y contagios ante el Covid-19 de poblaciones vulnerables.
Venezuela registra cuatro nuevos casos positivos de Covid-19 en las últimas 24 horas para elevar la cifra de contagios a 193, mientras que la tasa de recuperación es de 57,5% al sumar 111 pacientes recuperados.
Cifras no coinciden
La organización Transparencia Venezuela considera que la información ofrecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pone de relieve las dudas que hay en relación con solidez de las cifras que la gestión de Maduro ha dado sobre el impacto de la pandemia del Covid-19 en el país.
Al momento de escribir este texto, el pasado 8 de abril, desde el Palacio de Miraflores se habían anunciado que 166 personas se habían contagiado y que 7 habían fallecido. Son cifras que llaman la atención si comparan con los 1.780 infectados y 50 fallecidos reportados por el Gobierno de Colombia; con los 14.049 contagiados y 688 decesos registrados en Brasil.
Aunque Brasil y Colombia tienen mayor conectividad aérea interna y externa que Venezuela, lo que habría facilitado que el coronavirus se propagara con mayor rapidez y facilidad, la ONU refiere el bajo número de pruebas realizadas por las autoridades chavistas para detectar la enfermedad.
“Hasta el 31 de marzo se han realizado 1.779 pruebas, con una tasa de 8% de casos positivos”, reveló la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA por sus siglas en inglés) en un reporte publicado el 2 de abril, en el cual se asegura que son datos suministrados por las autoridades venezolanas.
La divergencia se hace más evidente, porque el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, uno de los voceros en plena pandemia, informó –por esos mismos días– que en Venezuela se estaban realizando 3.000 pruebas rápidas diarias.
Pese a que las autoridades aseguran poseer entre 50 y 500 mil pruebas, la información no parece tan confiable. “El Gobierno lanzó una encuesta para el despistaje del Covid-19 a través del Sistema Patria, en el cual las familias pueden informar sobre la presencia de síntomas relacionados con la enfermedad, para facilitar el seguimiento (…) Hasta el 31 de marzo se reportó que más de 15 millones de personas habían llenado la encuesta. Con los resultados, las autoridades pusieron en marcha una campaña de visita casa por casa para seguimiento a 61.739 casos priorizados por presentar más de tres síntomas de la enfermedad y haber viajado recientemente al exterior”, reveló la OCHA en su reporte.
