Durante su tradicional mensaje de Semana Santa, «Urbi et Orbi» del Domingo de Pascua de Resurrección, el Papa Francisco habló de Venezuela y pidió que se permita facilitar la ayuda internacional, para la población que sufre la grave coyuntura política, socioeconómica y sanitaria en el país.
Desde la basílica de San Pedro también cerrada por la pandemia mundial, el Papa dedicó gran parte de su mensaje de Pascua a la epidemia del coronavirus, pero también oró por la paz mundial y los conflictos y crisis internacionales.
Pidió que se «permita alcanzar soluciones prácticas e inmediatas en Venezuela” y reiteró que “este no es tiempo de la división”, al tiempo que pidió que ilumine a quienes tienen responsabilidades en los conflictos, para que tengan la valentía de hacer un alto el fuego global e inmediato en todos los rincones del mundo.