Advierten paralización de refinerías

CARACAS – Hasta hace unos días estuvo funcionando la refinería más grande del mundo: Amuay, en Falcón, que solo estaba produciendo, aproximadamente, el 10% de su capacidad; es decir, 67 mil barriles diarios de los 670.000 barriles de productos derivados de petróleo, que debía producir.

Con la suspensión de su operatividad, ha quedado paralizada la actividad de refinación  petrolera venezolana, según consulta hecha por Elimpulso.com. al Dr. José Toro Hardy, economista, profesor universitario y exdirectivo de Petróleos de Venezuela, S. A. (Pdvsa).

Amuay y Cardón, en la península  de Paraguaná, y Bajo Grande, en la costa occidental del lago de Maracaibo,  conforman el Complejo Refinador de Paraguaná (CRP), cuya capacidad máxima de producción es de más de un millón de  barriles diarios, sólo superado por el conjunto de refinerías de Jamnagar, en la India, que produce 1 millón 240 mil barriles al día.

Después de Amuay, Cardón producía 310 mil barriles diarios y  Bajo Grande, 25 mil barriles de productos procesados.

Hasta el diez enero de este año, comentó el Dr. Toro Hardy,  el gobierno de Nicolás Maduro informaba que Venezuela estaba produciendo un millón de barriles diarios de petróleo, pero al día siguiente  la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) dio a conocer en su informe que la cifra real era de 714 mil barriles diarios. En octubre y noviembre registró incremento de 25 mil barriles diario, pero en diciembre hubo una disminución de 3 mil barriles diarios.

Amuay y Cardón eran las únicas refinerías de las seis que existen en el país (las otras son El Palito, Puerto la Cruz y San Roque) que estaban funcionando. El fin de semana terminaron por pararse. Adicionalmente, no tenían la dieta de crudo para operar.

La razón es que la producción de crudo mediano se está enviando a Jose, para diluir los crudos extrapesados de la Faja del Orinoco, para enviar esa mezcla a China con el fin de pagar cuota de la deuda con esa potencia. Ya no hay refinado.

Se han parado las refinerías por falta de mantenimiento, ya que fueron descuidadas; por falta de corriente de crudo, para procesar; y por desidia, pues no hay personal personal competente par operar los equipos, expuso Toro Hardy.

Ante este cuadro deprimente de la industria, el gobierno oficialista ha manifestado que está dispuesto a negociar con empresas extranjeras para tratar de activar algunas refinerías. Al respecto se ha referido a compañías de Rusia e Italia y España.

La recuperación de la empresa petrolera venezolana requiere la inversión de 5 a 35 mil millones por año durante un lapso de ocho a diez años, para nivelar la producción de hace veinte años y el Estado no tiene posibilidad de hacer esas inversiones. Pasa por la receptividad de los capitales privados.

No obstante, se debe garantizar el respeto a la propiedad privada, la seguridad jurídica y otor elementos, como cambio del modelo económico, que es también el cambio del modelo político, puntualizó Toro Hardy.

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